La Capilla Sixtina es uno de los lugares más importantes del Vaticano y de toda Italia, un tesoro que se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más importantes de todo el país. Se construyó entre los años 1471 y 1484 y se llama así ya que el Papa en aquella época era Sixto IV, aunque en un principio recibió el nombre de Capilla Palatina. El arquitecto Giovanni d’Dolci fue quien la construyó, aunque en cuanto Miguel Ángel puso un dedo en ella ya se olvidaron de Giovanni.
Además, también es famosa porque en ella se celebra el cónclave y diversas ceremonias oficiales. Es de forma rectangular y mide 40 metros de largo por 13 de ancho, teniendo casi 21 de altura. Miguel Ángel fue el encargado de decorarla, lo que la ha llevado a ser lo importante que es hoy en día y a ser conocida principalmente por eso. En su decoración participaron también otros artistas como Botticelli, Signorelli, Pinturicchio, Ghrilandaio y Perugino, pero sin duda la huella de Miguel Ángel es la más importante de todas.
Los frescos que puedes encontrar, que son las diversas escenas representadas con pinturas, merecen la pena que les dediques un tiempo para disfrutar con sus belleza y espectacularidad. Están en los laterales de la Capilla Sixtina y son:
1. La Circuncisión, de Pinturicchio.
2. El Bautismo de Cristo, de Pinturicchio.
3. Historia de Moisés, de Botticelli.
4. La Tentación de Cristo, de Botticelli.
5. El Paso del Mar Rojo, de Rosselli.
6. La Llamada de los Apóstoles, de Ghirlandaio.
7. Dios Entregando las Tablas de la Ley a Moisés, de Rosselli.
8. En el Sermón de la Montaña, de Rosselli.
9. Core, Dathan y Abiron, de Botticelli.
10. Cristo Entregando las Llaves a San Pedro, de Perugino.
11. La Cena, de Rosselli.
El techo de la Capilla Sixtina está dividido en varias secciones en las que también se pueden apreciar diversas escenas, como las escenas del Génesis, los antepasados de Cristo, los profetas o La Creación de Adán, que es la famosa escena de Miguel Ángel.