Con sus claros y bonitos atardeceres, su tiempo soleado, y sus agradables gentes, Santa Fe es uno de los lugares más acogedores que debes visitar estas vacaciones. Se encuentra en una meseta situada en la base de las montañas conocidas como Sangre de Cristo. La ciudad está rodeada por los restos de más de 2.000 años de antigüedad, de los antiguos imperios españoles y mexicanos.
La apacible ciudad tiene una céntrica plaza, que data de principios de siglo XVII, que ha sido testigo de diferentes eventos a través de los años: plaza de toros, flagelaciones públicas, tiroteos, batallas, manifestaciones políticas, largos paseos y compras en los mercados públicos. Santa Fe es legendaria por sus elegantes galerías de arte, sus excelentes restaurantes y sus tiendas.
Las raíces artísticas de Santa Fe se remontan a los intrincados diseños de los nativos americanos que han convertido a la ciudad en una gran poseedora de un inmenso patrimonio cultural. El accidentado paisaje, la inefable calidad de la luz, y la propia comunidad que sigue estando formada por innumerables músicos, escritores y artistas visuales han ayudado al reconocimiento artístico de la ciudad.
Si decides viajar hasta allí seguro que terminas adquiriendo alguna pintura con esos inimitables colores naranjas, rosas y turquesas que tanto te recordaran al paisaje mexicano. Mientras se mantiene firme la identidad regional, a finales de los 90 nació un gran movimiento artístico internacional que dura hasta hoy. La gran temporada turística tiene lugar durante los meses de julio y agosto, pero si decides ir hasta allí en septiembre podrás participar en las fiestas que tiene lugar durante ese mes. Las tarifas de los hoteles son generalmente más altas durante la temporada de verano. Asegúrate de reservar con anticipación.