Ginebra es una de las ciudades europeas más bonitas y en ella se encuentran más de 200 sedes de organismos internacionales. Conocida como la ciudad de los bancos y los relojes, está a orillas del Lago Leman y en ella puedes encontrar muchísimos monumentos preciosos y lugares de gran interés. En el mes de diciembre se celebra la Fiesta de la Escalada, la más importante de la ciudad y que conmemora la derrota del duque de Saboya cuando intentó apoderarse de la ciudad, saliendo todos sus habitantes a la calle vestidos de época.
A la izquierda del lago te encuentras con la Catedral de San Pedro y la plaza Bourg-de-Four, ubicadas en el casco antiguo y por donde puedes callejear y ver otros lugares como el Museo de Arte e Historia, la Casa Tavel o el precioso parque Promenade des Bastions. Toda esa parte que está a la izquierda del lago es la más turística y donde se encuentran los puntos de interés, y en la parte que está a la derecha casi todo son hoteles y restaurantes.
Puedes hacer varios cruceros por el lago Leman, ya sea de una hora, de un día entero, nocturnos o gastronómicos, para mí los más recomendables ya que podrás disfrutar de una maravillosa cena navegando por el lago y con toda la ciudad a la vista. Puedes elegir pasajes en primera clase o turista y hacen descuentos para grupos a partir de 10 personas, la verdad es que merece la pena porque el recorrido es precioso.
Por último, te recomiendo sentarte en alguna terraza de la plaza Bourg-de-Four a disfrutar de un ratito tomándote algo. Además, en la calle Grand Rue no solo te encontrarás con una de sus calles antiguas que mejor se conservan sino que allí verás el lugar en el que nació Jean Jacques Rousseau, famoso escritor y músico de principios del siglo XVIII.