Las nuevas medidas puestas en marcha para frenar los contagios por la COVID-19 están limitando la movilidad y las posibilidades de viajar y de disfrutar, aunque sea de pequeñas escapadas. Dentro de este contexto, hay zonas que tienen una posición algo más ventajosa. Es el caso de Canarias y de islas como Tenerife, que es uno de sus principales focos de atracción turística. Y, ¿qué se puede hacer en esta isla? Varias son las opciones, pero siempre respetando las medidas.
Playas
Tenerife es conocido por sus playas, pero aún hay más opciones acuáticas. Una de ellas es aprovechar todos sus charcos naturales y playas menos exploradas que, además, suelen ser las menos concurridas.
Entre las posibles opciones, están Garachico con su charco natural. Además, en este caso, se puede aprovechar para conocer este pueblo tras el que hay una interesante historia porque la erupción del volcán de Trevejo, lo devastó casi por completo en 1706. De interés son sus calles adoquinadas y sus construcciones antiguas a escasos metros del mar.
Otros destinos son Bajamar o Punta del Hidalgo por playas. Y, dentro de estas últimas, recomendadas están también las de El Socorro o el Bollillo, que están en la zona norte de la Tenerife. En la zona Sur, La Arena, es una buena elección.
Naturaleza
Tenerife también ofrece muchas posibilidades por su medio rural y naturaleza. De hecho, la isla cuenta con cerca de 1.500 kilómetros de senderos, que transcurren por diferentes paisajes: desde volcánicos a los más verdes como la Corona Forestal con el bosque de pinos.
Otras visitas aconsejadas con el Parque Rural de Anaga para ver llamativos caseríos o el Parque Rural de Teno con especies características como la laurisilva.
Gastronomía
Y, por supuesto, también se puede aprovechar para degustar la gastronomía característica y que es una mezcla de influencias europeas, africanas y americanas. No pueden faltar platos preparados con cochino negro, atún, papas, plátanos, miel, aguacate o el gofio.