Comenzamos esta semana igual que terminamos la anterior, es decir, conociendo un lugar hermoso de Latinoamérica. Así, si el otro día te mostrábamos el precioso Río Celeste de Costa Rica, hoy queremos acercarte al impresionante y fantasmagórico Salto de Tequendama de Colombia.
Situado en el municipio de Soacha, provincia del Tequendama del Departamento de Cundinamarca, a unos 30 kilómetros al suroeste de Bogotá, este rincón turístico sorprende por su imponente paisaje. Y es que estamos hablando de una cascada de unos 157 metros de altura formada por las aguas del río Bogotá que cae a un abismo rocoso de forma circular. Además, al estar ubicado en una región boscosa con neblina permanente, el paisaje puede resultar de lo más bello y fantasmagórico, sobre todo si se tienen en cuenta las leyendas sobre este rincón de Colombia. ¿Quieres conocer más detalles sobre el Salto de Tequendama? ¡Pues acompáñanos!
La cascada
Según un mito muisca, pueblo indígena que habitó en el altiplano cundiboyacense y en el sur del departamento de Santander de Colombia, la catarata se formó gracias a la acción divina, que evacuó las aguas que estaban inundando la sabana de Bogotá. Algunos expertos aseguran que esto pudo ocurrir, y en un corto periodo de tiempo, aunque los dioses no tuvieron nada que ver. Al parecer, el lecho del río se hundió, y la erosión y la filtración de su cauce provocaron la abertura de un boquete simétrico en las rocas que se convirtió en lo que hoy en día es la cascada. Se trata de un lugar de importante valor histórico. De hecho, se convirtió en parte del escudo nacional y ha servido de inspiración para muchos poetas, artistas y viajeros.
Contaminación
Durante las últimas décadas se ha intentado reducir la contaminación del río para mejorar la calidad de vida de los habitantes de la zona. Y es que desde que comenzara a aprovecharse su potencial para generar energía eléctrica, sus aguas empezaron a contaminarse. Además, éstas fueron canalizadas a través de tuberías para maximizar su fuerza eléctrica, lo que provocó la disminución del caudal. Si a esto le sumamos la tala de árboles de los bosques aledaños, puedes imaginar el desastre ecológico que se ha vivido en la zona. Por suerte, la Fundación Granja Ecológica El Porvenir está tratando de resucitar el lugar. Entre otras hazañas, han logrado reforestar diez hectáreas de bosque nativo, recuperar tres fuentes de agua y han plantado especies nativas como el cedro o el nogal para recuperar el bosque.
Hotel El Salto
No podemos despedirnos sin antes hablar del Hotel El Salto, situado justo enfrente de la cascada, concretamente al borde del acantilado. Abierto en 1924 y cerrado en 1990 por culpa de la polución (aunque algunos dicen que nadie quería permanecer aquí al tratarse de un lugar embrujado), el alojamiento solía hospedar a importantes personajes de la élite colombiana. Más tarde se convirtió en una terminal de ferrocarril y, después, en un restaurante. Ahora, gracias los amantes de la historia y al trabajo de los arquitectos, este embrujado lugar se ha convertido en un museo. ¿Por qué decimos embrujado? Pues, al parecer, muchos huéspedes que pasaron por el hotel aseguraron que habían visto fantasmas en los alrededores, algo que los expertos y creyentes en lo paranormal ven como normal, ya que en las cataratas se han suicidado muchas personas a lo largo de la historia.
A continuación te dejamos con nuestra galería, donde podrás encontrar más imágenes del Salto de Tequendama y del hotel reconvertido en museo. ¡No te lo pierdas!