Con las vacaciones finalizadas, la vuelta a la rutina se hace, a veces dura, porque se vuelve al ajetreo y estrés de las ciudades. Sin embargo, hay destinos y rutas que están muy próximas a las capitales y que permiten darse un buen respiro el fin de semana e, incluso, un día. En esta ocasión, nos vamos a centrar en Madrid. Una comunidad de la que proponemos algunos destinos y rutas para disfrutar de la naturaleza a pocos kilómetros de la ciudad.
Los destinos
Dentro de la Comunidad de Madrid, uno de los destinos de naturaleza por excelencia es la Pedriza. Es un entorno natural en el que destaca La Charca Verde. Un nombre con el que se denomina a una poza de agua cristalina, pero con un cierto tono verde esmeralda que se produce por el reflejo de las rocas que están en el fondo y del agua. Es un punto de partida que, además, es ideal para hacer rutas por el Parque Nacional.
El río Lozoya también tiene un entorno que es muy atractivo para disfrutar de la naturaleza. En concreto, la ruta que proponemos está relacionada con el arroyo del Aguilón, que es uno de los afluentes más caudalosos. En su recorrido, hay una cascada, la conocida como Cascada del Purgatorio, que se halla en el punto en el que se supera la barrera rocosa.
Es un paraje al que hay que ir a pie porque el acceso está prohibido para los vehículos. Ni si quiera está permitido llegar con bici. Normalmente, el recorrido parte del Monasterio de Santa María del Paular. La ruta lleva al puente del Perdón y sigue por la antigua carretera de Madrid. A continuación, tras un desvío señalizado que queda a la izquierda, se alcanza el puente de madera desde el que parte un sendero estrecho y serpenteante que remonta el arroyo. Desde ahí ya se llega a un mirador de madera que está justo en frente de la cascada. Es una ruta para la que hay que tener costumbre de andar porque es de 6,3 kilómetros.
Otro paraje natural dentro de la Comunidad de Madrid es el conocido como Las Cárcavas de Alpedrete de la Sierra. Es un entorno que merece la pena ver porque es muy curioso. Nada más llegar se observa su geología, que es muy llamativa porque se ven formas que prácticamente pueden definirse como marcianas. Además de verlas, también se puede aprovechar para dar una vuelta y conocer este pueblo.
Y, dentro de la Comunidad de Madrid, aún hay más propuestas. Por ejemplo, otra de ellas es el Camino de Schmidt. Bajo este nombre hay un sendero de montaña que transcurre desde una de las zonas de naturaleza más populares de esta autonomía: el puerto de Navacerrada.
La ruta une este punto con el valle de la Fuenfría, recorriendo la ladera norte de la cadena montañosa Siete Picos, justo en el límite entre la Comunidad de Madrid y la provincia de Segovia, pero también pasando por la zona sur, en concreto, por la localidad de Cercedilla.
Esta ruta quizá es más conocida porque suele ser muy frecuentada por los montañeros dentro de la sierra de Guadarrama. En concreto, el recorrido se realiza bajo los pinares del valle de Valsaín, en la vertiente norte, y los de Cerdecilla, en la parte, sur. Además, es un paraje en el que destaca porque ambas masas forestales figuran como las mejores conservadas de pino silvestre de todo el sistema Central.
Y, finalmente, otra propuesta es La Chorrera de San Mamés, que es una cascada que se localiza en la parte norte de la vertiente sureste también de la Sierra de Guadarrama. Esta chorrera pertenece al arroyo de Pinilla, que es también afluente del río Lozoya. Con una altura de 30 metros, las aguas de esta cascada bajan sobre una zona rocosa dentro de un claro de bosque de pino silvestre. Para llegar a esta parte, se puede seguir una ruta que parte desde la pedanía de San Mamés. El recorrido es de casi cuatro kilómetros.