España es un país lleno de historia. Cada ciudad, municipio y rincón está lleno de acontecimientos, hechos… que han contribuido a formar lo que hoy es el país. Y Burgos es un claro ejemplo de ello porque cuenta con numerosas localidades que han sido testigo de los principales eventos históricos. En esta ocasión, vamos a hacer una ruta por pueblos ancestrales y que, además, permiten disfrutar de la naturaleza. Es una ruta que, incluso, se puede realizar en bici.
Raíces de Castilla
En este recorrido nos encontramos con varias localidades como Frías, Oña y Poza de la Sal, que están comunicadas desde hace cientos de años por diferentes senderos, caminos y calzadas. Es una ruta de 43 kilómetros con la que se atraviesan llanuras, riberas, pinares, pastizales, hayedos, encinares, desfiladeros, saltos de agua y pequeños pueblos.
El punto de partida es el barrio de Los Corales en Poza de la Sal. Desde hay parte la senda, en la que se puede disfrutar de un paisaje de pinares, y que continúa por Salas de Bureba, Terminón y Tamaño hasta llegar a Oña.
Una vez pasado este municipio, se empieza un tramo montañoso, puesto que se asciende a la Sierra de Oña. No obstante, tras unos kilómetros, se llega a unos parajes para acabar cerca del pico Cuchillos.
A partir de ahí, se empieza el descenso por un hayedo hacia Barcina de los Montes desde donde parte un sendero que une el pueblo de Ranera, el río Molinar y la Ermita de Santa María de la Hoz y Tobera hasta llegar a la ciudad de Frías para ver las casas colgadas y su castillo.
Antiguo ferrocarril
Burgos aún tiene más rutas para recorrer la provincia y ver lugares ancestrales como la llamada Vía Verde de la Sierra de la Demanda de 54 kilómetros. En este caso, el recorrido une Arlanzón con Monterrubio de la Demanda. El camino sigue el trazado de un antiguo ferrocarril minero de finales del siglo XIX, que se empezó a poner en marcha para comunicar las minas de la Demanda con el tramo Burgos-Bilbao. Sin embargo, tuvo poco funcionamiento.