República Dominicana es uno de los destinos más visitados en el mundo para pasar unos días paradisíacos. Muchas personas buscan el sol y la playa, los complejos hoteleros y la diversión, pero es un destino que es mucho más y que merece la pena descubrir. ¿Qué se puede hacer? ¿Dónde ir? ¿Qué es lo que no hay que perderse? Aquí damos algunas propuestas.
Los destinos
Una de las propuestas que bien merecen la pena es el Parque ecológico Ojos Indígenas, que está situado en un exclusivo complejo de Punta Cana: el Puntacana Resort & Club. Es habitual que esté abierto a los turistas, quienes pueden recorrer sus numerosos senderos conectados entre sí y ver la riqueza de su flora y fauna.
El recorrido está totalmente señalizado. Además, cada camino lleva a una de las doce lagunas. Todas tienen su propio encanto. También se pueden disfrutar de zonas con gran tranquilidad o disfrutar del sonido de la naturaleza como el de las hojas al chocar, el susurro del agua o el canto de los pájaros.
Otro de los grandes atractivos es el llamado Samaná o Salto El Limón. Aquí nos encontramos con un entorno virgen que es ideal para los amantes del ecoturismo, ya que se puede conocer el lado más puro y salvaje de la República Dominicana. En su capital, Santa Bárbara, se puede realizar un paseo por su malecón, ver las casas de colores y probar la gastronomía. Si, además, se visita la zona entre enero y marzo se podrán ver las ballenas jorobadas.
Otra parada muy interesante se puede hacer en la Playa Palmilla, en el Parque Nacional Cotubanamá. En esta zona protegida es posible observar el cinturón de coral, las estrellas de mar y los cocos. Y, por supuesto, no hay que perderse la maravillosa vista al horizonte que se observa en esta zona que, igualmente, es idónea para el buceo y snorkel.