Seguro que la conoces, que la has visto un montón de veces en películas, o ha aparecido como escenario en muchos libros que has leído… Ahora te propongo recorrerla de verdad, visitando sus pueblecitos y admirando sus paisajes en vivo y en directo.
La costa amalfitana está en la región italiana de Campania. Es un tramo de litoral italiano bañado por el mar Tirreno, entre Sorrento y el golfo de Salerno, que acapara un gran interés turístico por la belleza natural del entorno y el encanto de sus pequeñas ciudades y pueblos. Eso sí, si te decides a visitar este paraíso en la tierra, hazlo ya, antes de que los turistas colonicen la zona cuando el verano esté más avanzado.
Glamour, naturaleza y pueblos con encanto
La zona geográfica que limita la costa amalfitana es de una belleza increíble. Se trata de una franja de terreno que los italianos llaman la “costiera”, que se encuentra limitada a un lado por el mar y al otro por los montes Lattari. La carretera que recorre la costa serpentea entre laderas empinadas y acantilados, y va recorriendo uno a uno pueblos de una belleza especial: Positano, Amalfi, Cetara, Ravello, Paraiano, etc.
El más importante de todos, y el que da nombre a la zona es Amalfi, un pueblo de casas color pastel y calles estrechas que se descuelga por la ladera de la montaña hasta la playa. Está cerrado al tráfico, lo que es todo un acierto pues en verano es uno de los enclaves turísticos más visitados de la zona.
Por algo la Unesco declaró la costa de Amalfi Patrimonio de la Humanidad en 1997. De hecho, he leído en alguna parte que cuando los amalfitanos mueren y llegan al paraíso se sienten como en casa. No es de extrañar que este pequeño rincón del Mediterráneo haya atraído desde hace décadas a la flor y nata de la sociedad: actores y actrices de Hollywood (Humphrey Bogart y Greta Garbo eran asiduos del lugar) desplegaban su glamour, y grandes escritores y dramaturgos se inspiraban en esa tierra tan bella (Henrik Ibsen escribió allí su famosa «Casa de muñecas»). Por eso, no lo dudes y escápate a recorrer la costa amalfitana. Contemplar el atardecer sobre el mar será algo inolvidable.