Santiago de Compostela, capital gallega, es conocida por todos principalmente gracias a su famoso Xacobeo y al Camino de Santiago. Por cierto, ¿sabes cuándo es Año Xacobeo?, muy fácil, cuando el 25 de julio cae en domingo, ese año es Santo. Pero bueno no estoy aquí para hablar de peregrinos, al menos en esta ocasión. En Santiago hay mucho por descubrir y mucho que caminar, aunque a mí particularmente me encanta su casco histórico, donde por supuestísimo destaca la archifamosa Catedral de Santiago, donde si tienes ocasión quédate a ver el Botafumeiro, aunque es únicamente los domingos y una vez empieza la misa no puedes salir, así que tú decides si quieres estar dos horitas ahí dentro.
En las cercanías de la Catedral tienes un montón de callejuelas con tiendas donde puedes comprar un montón de recuerdos de tu visita a la ciudad, pastelerías para llevarte alguno de los muchos dulces gallegos (mi recomendación, Tarta de Santiago o almendrados) y, por supuesto, bares y restaurantes. En esa zona hay un montón de bares pequeñitos pero con muchísimo encanto, donde puedes comer todas las delicias gallegas preparadas de diferente manera en algunos de ellos. Sentarte en una terracita a tomarte un poquito de empanada con un pincho de tortilla y unos pimientos de Padrón… delicioso.
De los demás sitios que debes visitar, tienes el Palacio de Rajoy (al lado de la Catedral), el Pazo de Gelmírez, la Plaza de Abastos (donde está el Mercado de Abastos, uno de los cinco más importantes de España), el Monasterio de San Martín Pinario la Plaza de la Quintana, o la Plaza de Praterías (con la famosa Fuente de los Caballos). Si quieres visitar algún museo, puedes elegir entre el Museo del Pueblo Gallego, el Museo Galego de Arte Contemporáneo o el Museo das Peregrinacións, aunque estos son una pequeña muestra ya que hay muchos. En fin, que si vas a visitar Santiago de Compostela te aseguro que no te aburrirás.