España es un país con ciudades preciosas, y el norte de nuestro país tiene una espectacular belleza que enamora a todos aquellos que lo visitan. Con una mezcla de mar y montaña, hay ciudades que son una increíble mezcla que solo la naturaleza puede conseguir. Una de estas ciudades es Santander, un lugar muy tranquilo, elegante y bonito en donde toda la ciudad está construida alrededor de sus playas y bahías, lo que dejan un paisaje único.
Con muchos monumentos de gran interés y belleza, la vida social está centralizada en la zona del puerto y las playas. En el Muelle de Salmerón está La Grúa de Piedra, uno de los símbolos de la ciudad y que se construyó en el año 1900. Por allí puedes encontrar también el Palacete del Embarcadero, que es de donde salen los barcos hacia otras ciudades y donde también puedes coger uno que te lleva de paseo por la bahía. En cuanto a las playas, la más famosa de la ciudad es sin duda la playa del Sardinero, preciosa y en donde hay un montón de restaurantes y terrazas para que disfrutes del paisaje cualquier día del año.
En cuanto a lugares históricos, yo me quedaría con el Palacio de la Magdalena, que es donde está la Universidad. Un espectacular recinto que tiene 25 hectáreas de bosque y en donde puedes ver muchos lugares de interés como el Faro de la Cerda, el Parque Infantil, el Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente o la playa de los bikinis. En Santander hay también otros lugares preciosos como la Catedral de la Asunción de la Virgen, el Casino del Sardinero o el Convento de Santa Cruz. Al ser una ciudad tan cultural tiene, por supuesto, varios museos, de los cuales yo destacaría la Casa-Museo Menéndez Pelayo, el Museo Marítimo del Cantábrico, el Planetario o el Museo Municipal de Bellas Artes.