El centro de Europa nos ofrece muchos lugares interesantes para conocer. Hay un montón de ciudades bellas y animadas, no demasiado grandes ni demasiado ajetreadas, que nos brindarán unos días de placer y diversión. Como, por ejemplo, la ciudad belga de Lovaina en el corazón de Flandes. A tan solo 27 kilómetros de Bruselas, es el destino perfecto para planear una escapada de fin de semana. Y es que esta ciudad universitaria por excelencia tiene mucho que ofrecer: sobre todo, su ambiente alegre y juvenil.
Los amantes de la cerveza tienen, además, otro aliciente para viajar a Lovaina, ya que la ciudad posee una larga tradición cervecera. La típica es la Stella Artois y degustarla en cualquiera de sus terrazas cuando llega el buen tiempo es uno de los mayores placeres para lugareños y turistas.
Ciudad universitaria
La universidad de Lovaina es uno de los mayores atractivos de la ciudad, ya que le da un divertido ambiente estudiantil. Fundada en 1425, en ella impartió clases nada menos que Erasmo de Rótterdam. No podéis dejar de visitarla.
Otros lugares interesantes son la Plaza Mayor o Grote Marka. Está en el centro de Lovaina y alberga edificios históricos que datan del siglo XV. En ella podréis encontrar también la iglesia de San Pedro, en la que se celebran numerosos conciertos de música clásica, y el Ayuntamiento.
El Gran Beaterio
La ciudad tiene otras joyas que también merecen una visita como la iglesia de San Miguel, el Salón de los Tejidos, el colegio Van Dale y el Gran Beaterio, uno de los más destacados de todo Flandes.
Se trata de un conjunto de unas 85 casas de ladrillo (la mayoría construidas entre los años 1630 y 1670), repartidas en más de diez calles y rodeadas por una muralla. Antiguamente las mujeres podían ingresar allí como beatas y dedicarse a la oración. Además trabajaban en labores de cultivo o cuidado de enfermos. Declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, hoy sirve como residencia para estudiantes y profesores de la Universidad.