Hablar de Central Park es hablar de uno de los parques más famosos del mundo, por no decir es el más famoso de todos. Es el pulmón verde de Nueva York, un espacio rectangular de unos 4 kilómetros de longitud ubicado en el centro de la isla de Manhattan.
Merece la pena visitarlo durante todo el año, si bien es cierto que en primavera y en otoño es fácil enamorarse de los colores de las hojas de sus numerosos árboles. Eso sí, en invierno tampoco puedes perderte la pista de hielo Wollman Rink, ideal para patinar en uno de los entornos más especiales de Estados Unidos.
Sheep Meadow
Quien prepara un viaje a Nueva York suele pensar en numerosas actividades excitantes, como por ejemplo la de subir a lo más alto One World Trade Center o pasear de noche por Times Square, pero también hay tiempo para planes más relajantes como el que nos lleva a disfrutar de un pícnic en Sheep Meadow, una gran pradera situada en el centro del parque donde es habitual ver numerosas toallas, manteles y cestas de pícnic cuando llega el buen tiempo. Si ves que no hay espacio o quieres algo más de tranquilidad, siempre te puedes ir a otra pradera llamada Great Lawn.
The Lake
Sin lugar a dudas, The Lake es de obligada visita. Poder pasear bordeando la orilla de este precioso lago es un plan muy romántico que nos ofrece unas vistas espectaculares, como por ejemplo las de los edificios de Upper West Side reflejados en sus aguas. Podrás sentarte y relajarte todas las veces que lo desees.
Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir
The Lake no es el único lago que baña Central Park. También podemos hablar del Jacqueline Kennedy Onassis Reservoir, un lago que habrás visto en numerosas películas de Hollywood que lleva el nombre de la esposa de John F. Kennedy. Es perfecto para hacer running por el sendero que lo rodea, y por otra parte también hay unas vistas preciosas de los edificios de Upper West Side, siendo El Dorado el edificio que más destaca de todos gracias a sus dos torres.
Belvedere Castle
Sí, en Central Park hay espacio incluso para un castillo. Se trata de una fortificación de estilo victoriano que podemos ver si llegamos hasta la parte más alta del parque. Las vistas, con el Lago de las Tortugas a sus faldas, son sencillamente espectaculares. Y no solo eso, sino que también tendrás muy cerca el Jardín de Shakespeare, que reúne todas las flores que se mencionan en las míticas obras del legendario escritor inglés.
Alice in Wonderland
Si vas con niños, seguramente agradecerán estar enfrente de la escultura de Alicia en el País de las Maravillas. Está ubicada al lado del lago Conservatory Water y se la puede ver muy bien acompañada del Gato de Cheshire, el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo.