Es una de las ciudades más atractivas de Europa, y conocerla debería ser un objetivo para todos aquellos a los que les apasiona viajar. Brujas, en Bélgica, reúne un montón de factores para que la incluyas en tu lista de próximos destinos: además de ser una ciudad mágica, que te encantará seguro, tiene la ventaja de estar bastante cerca de España, lo que siempre es un punto a favor.
Descubrir sus rincones más bellos, sus edificios destacados, recorrer sus canales o asistir a algunos de los muchos eventos culturales que se organizan en la ciudad serán alicientes para decidirse a conocerla. Te contamos todo lo que tiene que ofrecer Brujas.
Una ciudad medieval
En la Edad Media Brujas era la principal ciudad de Flandes y uno de los enclaves comerciales más importantes de Europa. De hecho, aún quedan en sus calles reminiscencias de aquella época de esplendor, como las murallas y puertas de acceso a la ciudad medieval que están hoy prácticamente intactas, o algunos edificios y monumentos de la época.
Para poder vivir la esencia de la ciudad belga de Brujas conviene recorrerla a pie. La Plaza Mayor o Grote Marka es el centro neurálgico, con edificios emblemáticos como el Palacio Provincial, el Salón de los Tejidos, y la Atalaya, un monumento dedicado a la autonomía de la ciudad.
Lugares de interés
Otros monumentos interesantes son la basílica de la Santa Sangre, que data del siglo XII y guarda, nada menos, que la reliquia de la sangre de Jesucristo. También puedes visitar la catedral de San Salvador y la iglesia de Nuestra Señora, que tiene la torre más alta de la ciudad.
Un lugar sorprendente en Brujas es el Beaterio, un grupo de viviendas aisladas en los que vivían mujeres que consagraban su vida a Dios y a las personas necesitadas. Eran muy comunes en las ciudades flamencas allá por el siglo XII. Aunque este tipo de conjuntos arquitectónicos se organizaban como pequeños pueblos a las afueras de las ciudades, el de Brujas está en pleno centro urbano.