Holanda es uno de los países europeos que más turismo ha ganado en los últimos años, gracias especialmente a las compañías aéreas de bajo coste ya que ofrecen la posibilidad de moverte por toda Europa por muy poquito dinero. Eso ha hecho que la gente viajara a más países que los famosos Inglaterra, Alemania o Francia, y otros países en un principio no tan turísticos están convirtiéndose en referencia.
En varias ocasiones hemos escrito en Vuela Viajes sobre sus destinos más interesantes, así que hoy me gustaría centrarme en algo que todos debemos tener en cuenta al viajar a cualquier sitio: la gastronomía local. Está claro que la gastronomía holandesa no tiene tanta importancia como otras, pero sí que tiene productos y platos muy interesantes. Su gran estrella es el queso, del que se producen casi 700 millones de kilos al año en todo el país.
Productos típicos
Tal y como dije antes, el queso es lo más famoso y los más típicos son cremosos y sabrosos, como por ejemplo el Edam Gouda o Leyden. Tienen mucho éxito también otros productos como verduras, pescados, mariscos y patatas. Con todos ellos se hacen los principales platos en cualquier rincón del país.
Platos típicos
Entre sus platos más típicos destacan el rijsttafel, la sopa de guisantes y potaje holandés (patatas, cebollas, zanahorias y carne). También hay varios platos elaborados con pescado que tienen mucho éxito, como los mejillones con patatas fritas, los mejillones fritos con cebolla o el hutspot, que es un guiso de hortalizas, anguilas, pescado frito y arenque marinado.
Postres típicos
En cuanto a los postres, hay dos que son especialmente famosos: appelgebak (pastel de manzana) y los poffertjes (panqueques en miniatura). También tienen éxito otros dulces como las galletas de jengibre o el chocolate en cualquiera de sus formas y sabores.
Bebidas holandesas
Por último, las bebidas. Las más típicas son la cerveza y la ginebra jenever. La ginebra local puede ser joven o añeja, y ambas son deliciosas tanto solas como en combinados.