Aunque la gran mayoría de los españoles ya se han incorporado a sus puestos de trabajo, aún son algunos los afortunados que disponen de unos días de vacaciones para disfrutar en septiembre, una época preciosa para dedicarse al turismo rural, que cada año gana más adeptos, y del que Galicia es poseedora de lugares verdaderamente cautivadores.
Una de las localizaciones más hermosas que yo he conocido en esa bonita tierra es Pontedeume, un pueblo de A Coruña que dispone de todos los elementos imprescindibles para que tu estancia allí sea memorable y, por supuesto, recomendable. Su casco histórico está repleto de calles empedradas llenas de vida y de locales de tapeo de primerísima calidad y a precios muy populares, con materias primas propias de la tierra, tanto a nivel vegetal como marino, por ser Pontedeume un pueblo costero.
Bellas estampas en sus alrededores, donde destaca de manera especial todo el trayecto que podrás realizar para llegar al Monasterio de Caaveiro, a través de las Fragas del Eume, su Parque Natural, y que posee unas espectaculares vistas. Así como de gran de belleza es también su Monte Breamo, lugar de culto para los habitantes del lugar, donde celebran 2 romerías anuales de gran tradición, una de ellas el 29 de septiembre, y donde acogen con gracia a todos los venideros.
Sus fiestas grandes, las «Festas das Peras», se celebran estos días, del 7 al 11, y el pueblo hará que te contagies de su alegría desde la salida de los Mómaros (Gigantes) y Cabezudos, hasta el broche final que pondrá otra romería, ésta en barca a través del río. Para hospedarte, podrás elegir entre hoteles y hostales en el centro de la villa, así como también en establecimientos más rurales, como a Casa do Castelo, de donde pertenece la 2ª fotografía. Sea cual sea tu elección, estoy segura de que disfrutarás de unas vacaciones inolvidables que te harán volver, como siempre vuelven todos aquéllos que lo hemos conocido.