En París hay muchísimos sitios de gran interés para todo aquel visitante que llegue a la ciudad, y es que la capital francesa tiene tantísimo que ofrecer que podrías estar allí semanas y aún así no verlo todo. Uno de los rincones con más historia y fama de la ciudad es la Plaza Vendome, que está al pasar el Jardín de las Tullerías de camino a la zona de Ópera.
Su diseño fue encargado a finales del siglo XVII al arquitecto Jules Hardouin-Mansart, el famosísimo arquitecto de Versalles que ya por aquel entonces tenía una gran reputación en Francia. De hecho, fue el rey Luis XIV el que quiso que fuese este arquitecto el que diseñara la que estaba llamada a ser la plaza más prestigiosa de la ciudad para acoger a las diferentes embajadas extranjeras.
Sin duda uno de los lugares de obligada visita, la Plaza Vendome en París acoge también actualmente al famoso Hotel Ritz, motivo por el cual también es conocida, y visitada, por muchos turistas. Además, los edificios que la rodean son casi en su totalidad monumentos históricos, así que es una maravilla darse un paseíto por allí.
En cuanto llegues a la plaza te encontrarás con una columna central en la que estaba la figura de Luis XIV pero que fue derribada por los revolucionarios, así que la que puede verse actualmente estuvo varios años coronada con una estatua de Napoleón pero también fue retirada, en este caso por los Borbones, quienes colocaron una flor de lis tras la derrota en Waterloo y como símbolo de la realeza.
Esta plaza tiene forma octogonal con múltiples entradas, y en ella se pueden ver otros edificios como el Ministerio de Justicia, además de joyerías exclusivas que llaman muchísimo la atención al vender piezas de firmas tan importantes como Piguet, Cartier o Chaumet, por lo que también se considera una de las plazas más caras de la ciudad.