Ya hemos hablado en varias ocasiones de que los Parques Nacionales son espacios espectaculares que hacen que miles de turistas se acerquen a visitarlos para descubrir su gran belleza. Son innumerables los que hay en todo el mundo, cada uno con sus propias características y con algo que les hace ser especiales, distinguiéndose así de todos los demás. No hay dos parques nacionales iguales, así que el ver uno no significa, ni mucho menos, que no debas ver más.
Uno de los más espectaculares que he visto es el Parque Nacional Reserva Denali, que está en Alaska. Si bien lo he visto únicamente en la tele y en fotografías, me parece uno de los lugares naturales más increíbles del mundo. Allí está la montaña Denali, que es la más alta de Norteamérica. Además, el parque abarca unos 25.000 kilómetros cuadrados, con una gran variedad de flora y fauna que viven en total libertad.
Interesante
Casi medio millón de personas visitan este parque cada año, personas que exploran una naturaleza sin igual y en su estado más puro. Cada estación del año hace que Denali se vea de forma única, y verlo en primavera es totalmente diferente a verlo en otoño o invierno. Durante el invierno está totalmente nevado y hay varias actividades, como esquí, snowboard y hasta carreras de trineos tirados por perros.
Su historia
Este parque tuvo sus inicios en la Prehistoria, y en él habitaron especies tan antiguas e interesantes como los mamuts. Con el fin de la era glaciar todo cambió, formándose así las montañas, superficies y lagos que hay actualmente. En 1978, la montaña Denali fue nombrada Monumento Natural, lo que hizo que se convirtiera en un lugar mucho más interesante para los turistas.
Belleza natural
Su belleza tiene mucho que ver con el clima, ya que en esa zona es muy extremo casi todo el año. De hecho, ha habido años en los que hasta en agosto ha estado todo nevado. Cuando llega la primavera, se produce una increíble explosión de color, y los animales comienzan a dejarse ver más para prepararse para cuando llegue nuevamente el invierno. Hay muchas especies protegidas, como el oso pardo, el lobo gris, los renos o las ardillas árticas.