Una de mis ciudades favoritas es París, en la cual he estado dos veces y me encantaría no tardar mucho en volver ya que hay tantos y tantos lugares por conocer que nunca terminas de verlos todos. Si por algo se caracteriza la capital francesa es por la gran cantidad de museos que tiene, unos más famosos que otros pero todos ellos con un inmenso valor histórico y cultural.
Uno de ellos es el Museo Rodin, que está en el distrito 7 de la ciudad y que abrió sus puertas en el año 1919, donde se ubicaba el Hotel Biron, en un edificio espectacular. Tal y como indica su nombre, es un museo dedicado al escultor Auguste Rodin y muestra muchas de sus obras.
Entrar en este museo y entrar de lleno en otra época gracias a estar en un palacio con incontables estancias y todas ellas decoradas con todo lujo de detalle, y eso combinado con las obras de Rodin nos deja un resultado excepcional. Tiene también unos jardines inmensos en los que puedes descansar durante un ratito o simplemente para sentarte a admirar la belleza de todo lo que te rodea. De hecho, en los jardines están expuestas la mayor parte de sus esculturas.
El Museo Rodin recibe más o menos medio millón de visitantes cada año, justo por detrás de los 3 museos más importantes de la ciudad: el Louvre, Versailles o el de Orsay. El escultor vivió en este hotel, en una mansión privada, durante muchos años, es por eso que éste fue el lugar elegido para recopilar su trabajo y exponerlo al público.
Aquí se expone una amplia colección de mármoles, bronces, pinturas, yesos, ceras, cerámicas, terracotas y demás diseños de Rodin, aunque también hay obras de otros artistas como Monet, Renoir, Van Gogh o Claudel. En total hay unas 6.600 obras y en las que destacan las famosísimas “El beso” o “El pensador”. Si vas a estar en París sin duda deberías visitarlo.