Si hay un elemento decorativo que podrás ver en multitud de sitios cuando viajes a Portugal es sin duda el azulejo, el cual puedes encontrar tanto en el interior como en el exterior de iglesias, palacios, viviendas, estaciones de tren o de metro y un montón de sitios más, especialmente en los lugares públicos. Son un elemento muy importante dentro de la arquitectura portuguesa así que prácticamente a cada paso puedes ver algún edificio con ellos.
Dada la importancia que los azulejos tienen en todo el país, hasta les han hecho un museo en Lisboa. Se trata del Museo Nacional del Azulejo, que está en el Convento da Madre de Deus y que es muy famoso no solo por su contenido sino por la increíble, y única, mezcla arquitectura del siglo XVII y adornos barrocos del siglo XVIII.
En este particular museo puedes encontrarte con más de 7.000 piezas de azulejos, una de las colecciones más importantes del mundo, además de con varias cerámicas, herramientas y diversas imágenes que tienen que ver con el tema del museo. Una exposición muy completa y que merece la pena visitar si vas a estar en Lisboa.
Además, mientras visitas el museo puedes recorrer todo el convento, visitando la iglesia, el claustro y el coro, así que no solo es una buena oportunidad para descubrir el mundo del azulejo sino que arquitectónicamente hablando es un espacio muy interesante. La capilla es muy grande y tiene un montón de cuadros enmarcados en oro.
La entrada cuesta tan solo 3€ y cuesta la mitad para los jóvenes hasta 25 años (los menores de 14 no pagan) y también para la tercera edad. Está abierto de miércoles a domingo de 10 a 18h y los martes de 14 a 18h. Lo mejor es ir entre semana para evitar aglomeraciones, y si vas en fin de semana lo ideal es ir en cuanto abren. Tiene también un café-restaurante en el que puedes cenar, además de la típica tienda de souvenirs en la que puedes comprar réplicas de lo que ves en el museo.