Todos los amantes del chocolate, y los que no lo son tanto, saben que uno de los mejores lugares para probar esta maravilla culinaria es Bélgica y, más concretamente, su capital Bruselas. Es muy probable que gran parte de su éxito se deba a que conservan las tradiciones y recetas de antaño y que también están continuamente innovando. No es entonces de extrañar que en Bruselas nos encontremos con el Museo del Cacao y el Chocolate, el cual visitan anualmente más de 50.000 personas y en la lista de los museos más curiosos del mundo. Está situado cerca de la estatua Manneken Pis y del Groten Park, concretamente en la Rue de la Tetê d’Or 9-11, en un edificio del siglo XVII que le da aún más belleza al original museo.
En este magnífico y especial museo puedes encontrar más de 200 variedades de chocolate, ya sea en sus tradicionales bombones o en dulces de otras originales formas y sabores. Puedes hacer también una visita guiada en la que te explicarán la historia del cacao, desde sus orígenes cuando comenzó a ser cultivado por los aztecas y mayas y poco a poco comenzó a entrar en el mercado europeo hasta cuál es el procedimiento para cultivarlo y fabricarlo para que termine llegando a tu boca. Además, puede verse todo ese proceso en fotografías y vídeos para que no pierdas detalle. Una auténtica maravilla.
Una de las mejores cosas que tiene es que no es el típico museo en el que se mira pero no se toca, en el Museo del Cacao y el Chocolate de Bruselas puedes degustar todas y cada una de las variedades que se muestran, así que te recomiendo que vayas con el estómago vacío para poder disfrutar de todas las exquisiteces que te encontrarás allí. Por supuesto, después de probarlos puedes pasar por la tienda del museo para comprar todos los que quieras.
El museo abre de martes a domingos de 10 de la mañana a 16:30 de la tarde. Si un lunes es festivo o cae en época de vacaciones también está abierta. El precio de entrada es 5,50€ para los adultos, descontado un euro si se es estudiante o se va en grupos de más de 15 personas. Además, los niños menores de 12 años no tienen que pagar entrada.