Mallorca es uno de los lugares más bonitos de España. No solo por sus playas, que ya sabemos que son preciosas, sino también por los numerosos rincones de la isla que merece la pena conocer, como por ejemplo los que albergan monumentos como los que voy a mostrarte en este artículo.
Son los más populares, así que son de visita obligada. Toma nota y prepara tu ruta por Mallorca sin dejarte ni un solo monumento importante en el tintero.
La Catedral de Mallorca
La Catedral de Santa María de Palma de Mallorca (conocida por los mallorquines como La Seu de Mallorca) es un edificio religioso que llama la atención a creyentes y a no creyentes por igual. Es de estilo gótico levantino, con un interior que mezcla varios estilos debido a las reformas que se hicieron a posteriori. De hecho, puedes encontrar pinceladas del modernismo de Gaudí y otros detalles que recuerdan al estilo contemporáneo de Barceló.
Hay que decir que es la catedral con el mayor rosetón del mundo gótico, puesto que mide 13 metros de diámetro. Hay catedrales con rosetones de 15 metros de diámetro, pero son de estilo neogótico. Además, su nave también es una de las más altas del viejo continente, ya que su bóveda alcanza los 44 metros de altura (4 menos que la Catedral de Beauvais y 1 menos que la Catedral de Milán).
Dos veces al año ocurre algo que no te puedes perder. El 2 de febrero y el 11 de noviembre, si el buen tiempo acompaña, se produce un juego de luces precioso gracias a los rayos del sol que penetran por el rosetón mayor antes de las 8 de la mañana. Se proyectan bajo el rosetón de la fachada principal y es un espectáculo visual muy bonito.
De lunes a viernes puedes visitar tanto el museo como la catedral a partir de las 10 de la mañana y hasta las 15:15, las 17:15 o las 18:15 horas, algo que depende de la época del año. Además, también puedes hacerlo todos los sábados de 10:00 a 14:15 horas.
El Castillo de Bellver
Se trata de un castillo de estilo gótico que está ubicado a unos tres kilómetros de Palma de Mallorca, en un monte que se alza 112 metros por encima del nivel del mar. Está rodeado de bosque y te permite disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad. De ahí viene su nombre, ya que «bell veer», en catalán antiguo, significa «bella vista».
El rey Jaume II de Mallorca ordenó su construcción a principios del siglo XIV y por allí pasaron prisioneros tan ilustres como Gaspar Melchor de Jovellanos. Una de sus particularidades tiene que ver con su forma, ya que en Europa hay pocos castillos circulares, y de hecho es el más antiguo de todos.
Puedes visitarlo durante todo el año de martes a domingo. Venden entradas hasta 45 minutos antes del cierre en el Centro de Recepción de Visitantes, que está justo al lado de la zona destinada para aparcar. Dicha zona, por cierto, no es excesivamente grande, así que es probable que no puedas aparcar. Ten cuidado con hacerlo en las inmediaciones porque te pueden multar.
La entrada general cuesta 4 euros y la reducida 2. Esta última es pensionistas, jubilados, instituciones públicas y jóvenes de entre 14 y 18 años. Los residentes en Palma y las agencias de viajes (grupos de como mínimo 5 personas) tienen un precio especial de 2,50 euros. Por último, debes saber que los menores de 14 años no pagan y que la entrada es gratuita para todo el mundo los domingos.
La Lonja
La Lonja es una auténtica maravilla para la vista. Es una joya de la arquitectura gótica que se levantó para que se convirtiera en la sede del Colegio de Mercaderes, donde se llevaron a cabo contrataciones comerciales y se almacenaron productos.
Su interior está formado por cuatro naves de idéntica altura separadas por seis columnas helicoidales que se imitaron a la hora de construir la Lonja de Valencia. En el exterior vemos una escultura de Ángel Custodio, patrón de la mercadería. Sus torres octogonales las diseñó el arquitecto Guillem Sagrera.
Debes saber que puedes visitarla de martes a sábado de 11:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas.
El Santuario de Lluc
El Santuario de Santa María de Lluc está en Escorca, una localidad situada a 400 metros de altitud en la Serra de Tramontana de Mallorca. Es un lugar sagrado y de peregrinaje en la isla, ya que allí se encuentra la Virgen de Lluc, que es la patrona de Mallorca.
Cada año, más de 50.000 personas suelen sumarse a la Marcha des Güell a Lluch a peu, un recorrido de unos 48 kilómetros que empieza en Palma de Mallorca y termina en el Santuario de Lluc, donde por cierto hay un bonito jardín botánico.
En el santuario es imposible aburrirse, ya que también hay una Casa de Espiritualidad, un museo, zona de acampadas, un refugio y restaurantes. Y no solo eso, sino que para muchos es el punto de partida perfecto para disfrutar de rutas ciclistas o de senderismo.
El Castillo de Capdepera
No es tan visitado como el de Bellver, pero eso no significa que no sea un castillo digno de ir a ver. Se trata de una fortaleza con un recinto amurallado que empezó a construirse en el año 1300. Es de gran importancia porque allí se llevó a cabo la rendición de Menorca. ¿Cómo sucedió? Gracias a la pericia del rey Jaimer I de Aragón, que encendió grandes hogueras en Capdepera con las que intimidó a los sarracenos menorquines, que creyeron que tenía un gran ejército y se rindieron firmando el tratado de Capdepera, por el que los musulmanes menorquines permanecieron en dicha isla comprometiéndose a cumplir las órdenes del rey aragonés con pago de tributos incluido.
El castillo está a 1,9 kilómetros de la costa este de Mallorca y se encuentra a 159 metros de altitud. Puedes ver sus murallas, que se construyeron para protegerse del ataque de los piratas, y también una iglesia, la cisterna, las torres de vigilancia y restos arqueológicos. ¿Cuándo merece la pena ir? Durante todo el año, pero sobre todo el tercer fin de semana de mayo, ya que se organiza una feria medieval que nos transporta a la Edad Media, ya que se dan cita artesanos como herreros, plateros, carpinteros o zapateros.