Llega la época navideña y calles, edificios y casas comienzan a mostrar su decoración más típica de esas fechas. En todas las ciudades se organizan cosas especiales para celebrar esas fiestas, y destacan especialmente los mercadillos, que tienen muchísimo éxito en cualquier lugar en el que se celebren.
Los mercadillos navideños siempre han sido muy llamativos y son un atractivo muy importante en cualquier ciudad o pueblo, dando un encanto muy especial. Hoy me gustaría escribir sobre los mercadillos navideños de Berlín, ciudad que se vuelve mucho más bonita en Navidad y en la que puedes descubrir varios mercadillos con objetos realmente interesantes.
Muy tradicional
Lo que más llama la atención de los mercadillos navideños que hay en esta ciudad alemana es que son muy tradicionales, conservando el espíritu navideño de antaño, lo que hace que se respire un ambiente absolutamente encantador. Más de 50 mercadillos inundan la ciudad en época navideña, casi todos ellos en lugares muy turísticos y amplios ya que se ven acompañados por festivales, conciertos y eventos para darle mucha más vida.
Un mes de mercadillos
Los mercadillos navideños comienzan a ponerse en la última semana de noviembre y están hasta el 23 de diciembre, algunos incluso hasta el 6 de enero. Todos ellos suelen cerrar a las 10-11 de la noche, y en algunos días clave están abiertos durante toda la noche, tal y como sucede en nuestro país en la noche del 5 de enero.
Por toda la ciudad
Berlín se divide en distritos, lo que vienen a ser los barrios en cualquier otra ciudad, y en cada uno de los distritos puedes encontrar mínimo un mercadillo navideño, aunque en los más populares hay más de uno. Cada mercadillo tiene muchísimos puestos en los que no solo puedes encontrar cualquier cosa que suele haber en mercadillos como ropa o antigüedades sino que también hay muchos objetos navideños y productos locales.
Y para los más pequeños
Si vas a viajar con niños, debes saber que en los mercadillos más famosos hay también varias atracciones para el disfrute de los más pequeños. Noria, carrusel de caballos y hasta belenes vivientes que son una verdadera pasada.