Francia es un país espectacular, uno de los más visitados del mundo gracias a la icónica Torre Eiffel de París. Sin embargo, hay que decir que es mucho más que su hermosa capital, ya que a lo largo de su extenso territorio ofrece lugares tan increíbles como los que se dejan ver al sur del país.
De los pueblos más bonitos de esta zona te hablaremos a continuación, así que te recomiendo tomar nota para planear tu próxima ruta.
Villefranche-de-Conflent
Se trata de una villa medieval que está justo al lado de la puerta de entrada a los Pirineos catalanes. Las murallas que lo recorren te transportarán a épocas pasadas y te invitarán a completar el recorrido que te lleva por las calles empedradas de un pueblo que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 2008.
Mirepoix
Es muy recomendable perderse por sus calles estrechas, dispuestas en forma de cuadrícula como si se trata de una Barcelona en miniatura con aires medievales. La Casa de los Cónsules y la Catedral de Sainte-Maurice son dos de los edificios que no deberías perderte si decides pasear por Mirepoix.
Ainhoa
Sí, tiene nombre de mujer, pero en realidad es un pueblo muy bonito situado en lo que sería el País Vasco francés. Está en la región de Nueva Aquitania y sorprende a todo aquel que lo visita por la belleza de sus casas blancas con entramado de madera de colores como el rojo o el verde. Y por si fuera poco, la iglesia de Notre-Dame de l’Assomption te permite completar una visita de las que no se olvidan fácilmente.
San Juan Pie de Puerto
Es otro pueblo que destaca por su enorme belleza. También en la región de Nueva Aquitania, es uno de los destinos preferidos de muchos turistas vascos y navarros que quieren cruzar la frontera para descubrir belleza natural e historia. Está ubicado al pie del puerto de Roncesvalles y nadie le extraña que sea uno de los principales reclamos de excursionistas y peregrinos que tienen como objetivo llegar a Santiago de Compostela completando el camino francés.
Ghétary
Hay que decir que es el pueblo más pequeño de Aquitania, una joya que merece la pena cuidar por lo espectacular de su plaza central y por la tranquilidad que se respira en sus muelles, aquellos que años atrás fueron un lugar de tránsito de cientos de personas que se ganaban la vida en su puerto pesquero. Hoy en día atrae más bien a surfistas, ya que allí es posible disfrutar de olas de gran calado.