Liubliana es una de las ciudades atrae a más turistas tanto nacionales como internacionales dentro de Eslovenia, ocupando también una buena posición en el ranking de capitales turísticas a nivel mundial. Razones no faltan porque tiene una amplia historia y un rico patrimonio y cultura. Estos son algunos de sus principales atractivos.
La ciudad
Nacida como campamento militar romano, Liubliana es una ciudad en la que la cultura se vive durante todo el año. Dentro de sus principales actos destaca el Festival Internacional de Verano.
Dentro de esta ciudad, premiada en 2016 como Capital Verde Europea, destaca por su rico patrimonio y su casco histórico, que recuerda a los de ciudades austriacas como Graz o Salzburgo. Además, se conserva muy bien por lo que se puede apreciar sin problemas toda su riqueza.
La parte antigua de la ciudad está formada por dos barrios. Uno de ellos es el del Ayuntamiento, que alberga las principales obras arquitectónicas, mientras que el otro es el barrio de los Caballeros de la Cruz, encontrándose en él igualmente edificios y obras destacadas como la Iglesia de las Ursulinas y el edificio de la sociedad filarmónica.
Patrimonio
El patrimonio de Liubliana es todavía mucho más extenso. Por ejemplo, bien merece una visita el Castillo de Liubliana, que es de estilo medieval y se localiza en la cumbre de la colina que domina el centro de la ciudad. Un funicular conecta el castillo con el centro de la ciudad.
El recorrido también nos tiene que llevar a la Catedral de San Nicolás, que es la única de la ciudad. Entre sus principales características está la cúpula verde y las dos torres gemelas. Otros de los grandes atractivos son la Iglesia Franciscana de la Anunciación, que es un templo franciscano y la Iglesia de San Pedro, que es católica y es una de las más antiguas de la ciudad.
La ruta por el principal patrimonio se cierra con el Puente de los Dragones, que fue construido para sustituir al antiguo puente de madera de 1819. El nuevo se levantó entre los años 1900 y 1901.