¿Cerdeña o Sicilia? Es la pregunta que se hacen quienes quieren viajar a Italia sin pisar la extensión de terreno con forma de bota. La respuesta suele repetirse: si buscas playa vete a Cerdeña, y si quieres ver ciudades con mucha historia vete a Sicilia.
Es injusto decirlo porque en Cerdeña también hay ciudades muy bonitas como por ejemplo Alghero, y también es injusto dar por hecho que en Sicilia no hay playas bonitas, porque también las hay. Sea como sea, en este artículo no entraré en esa discusión y hablaré de sus principales ciudades, todas ellas muy recomendables a la hora de planificar un recorrido de punta a punta por isla.
Palermo
Es la capital de Sicilia y en ella viven unos 860.000 habitantes. Brilla por su extenso patrimonio artístico y arquitectónico, aunque no lo hace por el civismo que se respira en sus calles. Es uno de los lugares más peligrosos para conducir en Europa, puesto que sus habitantes están acostumbrados a saltarse señales de tráfico como un «STOP» o un «Ceda el paso». Es la ley de la jungla, así que ten cuidado si alquilas un coche y te mueves por allí. Te lo digo por experiencia.
De Palermo podemos destacar su catedral, el Palacio dei Normanni, el Teatro Massimo, el precioso Palacio Quattro Canti, el Palacio de Zisa, la Catedral de Monreale, la Iglesia San Cataldo o el Jardín Botánico. A las afueras puedes visitar la playa de Mondello.
Catania
Situada al oeste de Sicilia, Catania es la segunda ciudad en importancia de la isla. En ella viven unos 340.000 habitantes y podríamos decir que está muy cerca del monte Etna, el volcán activo más grande del viejo continente. Aunque ha sido destruida en hasta siete ocasiones por culpa de los terremotos y las erupciones volcánicas, siempre ha sabido reconstruirse para volver a ser una ciudad que te invita a pasear por sus calles.
Merece la pena ir al Castillo Ursino, a la Basílica della Collegiata, al Catanian Diocesean Museum o al Museo Civico Belliniano.
Siracusa
Está ubicada al sudeste de Sicilia y puede considerarse como uno de los centros culturales más populares de la Antigua Grecia. La ciudad cuenta con unos 125.000 habitantes y está repleta de lugares con mucho valor histórico, como por ejemplo un anfiteatro con capacidad para hasta 15.000 personas.
Además del anfiteatro, es muy recomendable visitar Ortigia, que es una pequeña isla y fortaleza de Siracusa que por la noche se llena de turistas con ganas de pasarlo bien. Hay numerosos bares y restaurantes y en los meses de verano se respira un ambiente festivo por todas y cada una de sus calles.
Mesina
Con casi 250.000 habitantes y situada al noreste de Sicilia, no se puede negar que es una de las ciudades con más peso dentro de la isla. Ocupa un territorio muy castigado por la actividad sísmica (en 1908 un terremoto acabó con la vida de 80.000 personas), pero eso no le impide conservar un patrimonio histórico y urbanístico envidiable.
Puedes ir a ver alguno de sus museos, la Iglesia del Carmine, la Catedral de Mesina, la Fontana di Orione o su reloj astronómico, que fue construido en Estrasburgo en 1933 y forma parte de un campanario de 60 metros de altura.
Trapani
Es la ciudad más grande del oeste de Sicilia, una urbe de algo más de 70.000 habitantes que es muy popular por sus molinos de sal y por sus salinas. También hay restos arqueológicos fenicios y no podemos olvidarnos de sus playas. A mí la que más me gustó fue la de San Vito lo Capo.
¿Qué más hay para ver en Trapani? La Gruta Mangiapane, el Museo Regionale Conte Agostino, la Catedral de Trapani o el Museo de la Sal.
Taormina
Tengo que decir que es la ciudad que más me gustó de Sicilia. Sus calles son muy bonitas y merece la pena dedicarle un día entero. Eso sí, el Teatro de Taormina es el que se lleva la palma, puesto que ofrece unas espectaculares vistas del mar que no hay que perderse. Tiene un diámetro de 109 metros y en su día el aforo era de 5.000 personas.
También te recomiendo que veas el Castillo de Taormina, que visitas la Isla Bella o que te subas al Ferrocarril Circumetneo, que recorre 110 kilómetros de vía moviéndose alrededor del Etna para unir Catania con Riposto.
Agrigento
Probablemente es la ciudad con más historia de toda esta lista. En ella viven unos 60.000 habitantes, pero es que en la antigüedad era una de las ciudades más importantes de la Magna Grecia. Está en la costa sur y atrae a miles de turistas cada año por su espectacular patrimonio arqueológico. Eso sí, hay que decir que es una de las ciudades italianas con una renta per cápita más baja y existe un problema con el crimen organizado y con las drogas ilegales que no se acaba de resolver.
El Valle de los Templos, donde se ubican el Templo de la Concordia, el Templo de Juno y el Templo de Zeus Olímpico, son de visita obligada.
Cefalú
En la pequeña y encantadora Cefalú, donde viven unos 15.000 habitantes que se duplican fácilmente en verano, las termas romanas y sus hermosas playas son las grandes protagonistas, aunque también hay que hablar de su antigua catedral y de un puerto pesquero muy bonito.
La playa principal de Cefalú, con forma de media luna, es una de las más piropeadas de Sicilia. La arena es muy fina y el agua siempre está limpia y cristalina. Lo malo es que en julio y agosto hay que madrugar para poder colocar la toalla.
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