La civilización romana dejó una huella tremenda en muchos lugares, especialmente en Italia, claro está, pero hay muchas otras ciudades que también tienen algo romano en su ciudad. Ese es el caso de París, que tiene un anfiteatro romano llamado Las Arenas de Lutecia y que se descubrió durante unas obras en el año 1869. En su momento tenía capacidad para 15.000 personas y en él se celebraban todo tipo de espectáculos pero especialmente teatro y luchas de gladiadores.
Este anfieatro está junto al Jardin des Plantes y aunque no es uno de los grandes atractivos de la capital francesa, sin duda no te arrepentirás si lo visitas. Yo creo que es ideal para visitar una vez que vayas por segunda vez a París o si vas muchos días y ya has visto lo imprescindible. Si te gustan los yacimientos arqueológicos y el mundo romano, entonces sí debe ser una visita obligada. Lleva el nombre de Lutecia porque era una ciudad galo-romana que estaba a las afueras de lo que hoy es París.
Las Arenas de Lutecia estuvo en funcionamiento durante casi dos siglos y la escena del teatro tiene una longitud de unos 40 metros. La forma del anfiteatro es algo diferente a los que se construían por aquella época ya que no tiene la típica forma ovalada de casi todos los anfiteatros latinos. Lo curioso es que puedes pasar por delante y prácticamente ni enterarte ya que está al atravesar el número 49 de la Rue Monge, una puerta que no llama nada la atención y no señala lo que hay en su interior.
El anfiteatro se sometió a una reconstrucción en el año 1918 y hoy en día está tal y como se dejó en aquella ocasión, claro está con los desperfectos que el paso del tiempo haya podido ocasionar y que siempre han sido para dejarlo más espectacular. Hoy en día muchos niños juegan allí al fútbol y mucha gente se sienta en las gradas a tomarse algo mientras disfrutan del buen tiempo. Está abierto de 08:30 a 17:00 horas en invierno y hasta las 21:00 horas en verano.