Puede que nunca te hayas planteado viajar a Portugal, pero lo cierto es que el país vecino tiene muchas cosas que ofrecer al viajero: historia, una exquisita gastronomía, playas espectaculares, ciudades repletas de arte y monumentos, espacios naturales tremendamente bellos… Por supuesto, no podemos olvidarnos de sus bellos pueblos, algunos de los cuales forman parte de Aldeias Históricas, una marca que incluye una docena de localidades del interior de Portugal, que se caracterizan por haber sido enclaves relevantes en el siglo XII, cuando se definió la frontera entre España y Portugal. Por eso, todos ellos están situados cerca de Castilla y León y Extremadura.
Hoy en Vuela Viajes queremos hablarte de las doce aldeas históricas que forman parte de esta marca. Se trata de poblaciones en las que los edificios históricos han sido recuperados para lograr un reclamo turístico de calidad. Además, es importante tener en cuenta que durante todo el año tienen lugar en las localidades actividades relacionadas con la animación histórica.
Almeida
Almeida es una villa situada en el distrito de Guarda que presenta una considerable riqueza histórica y patrimonial. El centro urbano está circunscrito por su fortaleza militar, que es de trazado abaluartado y que, vista desde el aire, parece una estrella de 12 puntas.
Belmonte
En la comarca de Cova da Beira encontramos Belmonte, una población que ofrece amplias vistas a la ladera oriental de la Sierra de Estrella. Alberga la única comunidad judía superviviente de los judíos sefardíes que fueron expulsados en la Edad Media por los Reyes Católicos.
Castelo Mendo
Otro pueblo que forma parte de esta lista es Castelo Mendo, que se encuentra en el distrito de Almeida. De características predominantemente medievales, está formado por los núcleos amurallados de Cidadela y Barbaçã.
Castelo Novo
En el corazón de la Sierra de Garduña se encuentra Castel Novo, un pueblo histórico envuelto en un aura de misticismo. Destacan las casas señoriales y los restos del castillo.
Castelo Rodrigo
Por su parte, Castelo Rodrigo es un espacio monumental que alberga importantes referencias medievales, como viejas murallas, las ruinas del palacio de Cristóbal de Moura, la cisterna medieval o diferentes iglesias.
Indanha-A-Velha
Como no podía ser de otra manera, Indanha-A-Velha, que conserva un notable conjunto de ruinas, también está presente en la lista. De hecho, la villa alberga vestigios de diferentes épocas, reflejando la permanencia de distintas civilizaciones.
Linhares da Beira
Linhares da Beira es un pueblo medieval del siglo XXI que sorprende por su diversidad arquitectónica y artística. El castillo es, sin duda, el símbolo de la localidad.
Marialva
A tan solo unos minutos de la ciudad de Mêda se encuentra Marialva, un pueblo que transporta al visitante a las raíces más profundas del país.
Monsanto
Por supuesto, Monsanto también está presente en esta lista. Se trata de un pueblo encaramado a un cerro que posee un encanto especial, entre otras cosas porque parece que enormes piedras hayan caído sobre las casas.
Piódão
De Piódão, una freguesia portuguesa del concelho de Arganil, sorprende su arquitectura, que refleja la capacidad que tenemos para adaptarnos a los lugares más insólitos. Y es que las casas se distribuyen en torno a los bancales.
Sortelha
Sin duda, Sortelha es una de las aldeas más bellas de Portugal, además de ser una de las más antiguas. Conserva su fisonomía urbana y arquitectónica, destacando el anillo defensivo y el castillo del siglo XIII.
Trancoso
Por último, debemos hablar de Trancoso, que en tiempos pasados fue escenario de luchas y batallas decisivas. Las murallas siguen protegiendo este lugar en el que han convivido en armonía cristianos y judíos.
Artículo recomendado: Las ciudades más importantes de Portugal