Aunque pocas personas piensan en Etiopía cuando están buscando destino para sus vacaciones, lo cierto es que este país africano tiene mucho que ofrecer al turista, especialmente al viajero aventurero que tiene ganas de conocer paisajes increíbles y culturas milenarias.
Etiopía, que fue el único país africano que no fue colonizado, está repleto de lugares interesantes que merece la pena conocer, pero hoy queremos centrarnos en una de sus maravillas: la ciudad de Lalibela. Construida a 2.600 metros sobre el nivel del mar, está repleta de iglesias cristianas excavadas directamente en la roca. Y es que esta religión llegó al país en el siglo VI. Lo más sorprendente es que este lugar se mantuvo aislado hasta hace bien poquito. Además, todavía está activo. ¡Te contamos más detalles sobre este tesoro histórico africano a continuación!
Entre inaccesibles montañas
Lalibela es una ciudad monástica que se encuentra en el estado de Amhara, al norte del Etiopía. Considerada como la segunda ciudad santa del país, fue construida a 2.600 metros sobre el nivel del mar, aunque lo más sorprendente es que lo hicieron entre inaccesibles montañas. La gran mayoría de su población pertenece a la Iglesia ortodoxa etíope y es un importante centro de peregrinación, sobre todo gracias a sus numerosas iglesias cristianas que están excavadas en la roca bajo el nivel del suelo.
La Jerusalén africana
Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, la mayoría de estas iglesias fueron construidas en los siglos XII y XIII durante el reinado de Gebra Maskal Lalibela, de la dinastía zagüe, que fue canonizado por la Iglesia etíope. Algunas, sin embargo, estaban ya esculpidas cuando el rey llegó al poder. Con Labilela, el monarca quería construir una nueva Jerusalén tras la conquista de la Tierra Santa por los musulmanes. Por eso, algunos de los edificios que aquí se construyeron recibieron el nombre de edificios de Jerusalén. Eso sí, el entorno natural en el que se encuentran nada tiene que ver con la ciudad palestina.
Las iglesias
En total son 11 las iglesias que se pueden encontrar en Lalibela. Tan solo una de ellas, Bet Giorgis, fue esculpida de forma aislada; el resto, se divide en dos grupos, cada uno de ellos con iglesias esculpidas en un promontorio rocoso y separados entre sí por un barranco por donde pasa el río Jordán. Las edificaciones de cada grupo están conectadas entre sí mediante túneles y desfiladeros. Además, cuentan con murallas, fosos, canales de evacuación de agua y pasadizos en los que se hacen rituales. La más emblemática de todas es la de Bet Giorgis, que se caracteriza por su planta de cruz griega. Los estudiosos aún no se han podido explicar cómo pudieron esculpir estas iglesias en bloques monolíticos con tanta precisión, teniendo en cuenta la época en que se construyeron. Más allá de las iglesias, también sorprenden las casas de Lalibela, construcciones circulares, también de piedra, que tienen dos pisos.
Todavía en activo
Como te hemos comentado al principio, lo más sorprendente es que estas iglesias siguen siendo instituciones vivas, donde se celebran ceremonias religiosas. Más de 1.000 sacerdotes de la iglesia ortodoxa tewahedo se encargan de atender el complejo. Por eso, viajar a este remoto pueblo es una fantástica forma de conocer de primera mano el cristianismo ortodoxo etíope. Por otro lado, es importante tener en cuenta que hasta 1997 no se podía llegar a Lalibela en época de lluvias, ya que la carretera no era transitable. A continuación te dejamos con nuestra galería, donde encontrarás más imágenes de esta espectacular ciudad monástica de Etiopía. ¡No te lo pierdas!