Si uno de los lugares que quieres visitar una vez en la vida es la Torre inclinada de Pisa, hazlo pronto, porque es posible que dentro de unos años hacerlo ya no tenga la misma gracia. Y es que al parecer, uno de los monumentos más famosos del mundo está cada vez más cerca de perder su “marca registrada” de inclinación.
La Torre de Pisa, que se había inclinado más de 5,4 metros desde su creación a finales del siglo XII, ha recuperado en los últimos 12 años 2,5 centímetros, según el último informe anual del Grupo de Vigilancia del monumento.
Un par de milímetros más
Según Giuseppe Bentivoglio, director técnico de la Opera pisana, el ente encargado del monumento, la torre continuará enderezándose un par de milímetros más y luego se estabilizará para luego comenzar a inclinarse nuevamente, pero a una velocidad mucho menor que antes, tal y como explicó en un reportaje que el diario británico «Daily Mail» dedicó hace tres días a la Torre de Pisa. En realidad, sería posible enderezar la torre completamente, aunque eso no implica que suceda.
Restauración
La Torre de Pisa estuvo cerrada por más de una década (desde 1990 a 2001), mientras se reforzaban sus cimientos y se colocaban cables de acero de apoyo alrededor de la estructura. Además, se bajó la parte opuesta a la de la inclinación mediante una excavación, a fin de reducir la pendiente del monumento.
Peligro de derrumbe
Aunque muchos se disgustaron tras estas obras, lo cierto es que anteriormente la inclinación de la torre aumentaba más de un milímetro por año, lo que generaba peligro de derrumbe. Ahora, en cambio, la torre está estable pero tiende a enderezarse, lo que quiere decir que, finalmente, las técnicas empleadas han funcionado. Desde luego, cuesta creer que puedan quitarle el encanto a uno de los monumentos más visitados del planeta.