Si alguna vez has tenido el privilegio de viajar a Viena, estoy convencido de que la habrás visto. Su noria gigante es el símbolo del Prater, una obra inaugurada en 1897 gracias al ingeniero inglés Walter B. Basset, que junto a un grupo de operarios fue capaz de levantar una atracción espectacular para celebrar el cincuenta aniversario de la Corona de Francisco José I.
Resistente como ninguna
A diferencia de lo que sucedió con las norias de Londres, París, Blackpool y Chicago, que también fueron construidas por Basset, la de Viena fue capaz de mantenerse en pie pese a las guerras y las catástrofes naturales que llegaron años después de que viera la luz. Eso sí, en 1945 la Segunda Guerra Mundial se cebó con la instalación técnica y las cabinas, que tuvieron que ser reconstruidas al mismo ritmo que el resto de la ciudad.
Si nos dejamos llevar por las cifras, hay que decir que la noria de la capital austriaca mide 64,75 metros de altura, con un diámetro de la rueda de 60,96 metros y con una altura del centro axial de 34,20 metros. Pesa 430 toneladas, rota a 0,75 metros por segundo y alberga un total de 15 cabinas (antes de 1945 había 30).
Un pedazo de historia y varios servicios
Algunas de las cabinas que se perdieron por culpa de la guerra están situadas al pie de la instalación, lejos de las rotaciones de la noria. Se utilizan para ilustrar su historia a través de figuras hechas a mano e instalaciones mecánicas que evocan tiempos pasados.
También hay un café-restaurante con las especialidades culinarias de la zona, una tienda llena de productos artesanales para regalar y un fotoshop que merece la pena. Te puedes hacer una fotografía con la noria gigante de fondo justo antes de entrar en una de sus cabinas.
A lo anterior hay que sumar un servicio que les está funcionando bastante bien. Puedes alquilar una cabina con catering incluido para disfrutar de una velada romántica. Cuando tuve la oportunidad de subir durante mi viaje a Viena, vi a una pareja que disfrutaba de las mejores vistas de ciudad entre copas de champagne y canapés que no pude descifrar de qué estaban hechos.
Precios
En definitiva, no puedes dejar de visitar esta obra de arte de la ingeniería del siglo XIX que lleva más de 100 años como emblema de Viena. La entrada cuesta 9 euros para los adultos y 4 euros para los niños de entre 3 y 14 años.
Horarios de apertura
– De enero a febrero desde las 10:00 hasta las 19:45 horas
– De marzo a abril desde las 10:00 hasta las 21:45 horas
– De mayo a septiembre desde las 10:00 hasta las 23:45 horas
– En octubre desde las 10:00 hasta las 21:45 horas
– De noviembre a diciembre desde las 10:00 hasta las 19:45 horas (durante el mercado de Navidad está abierta hasta las 21:45 horas)
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Primera fotografía: Wikimedia.