La Mezquita Azul es una de lugares más famosos de Estambul y, tal y como dice su nombre, sus cúpulas y la parte superior está decorada con mosaicos de colores azules de gran vitalidad que le dan un aire muy diferente al de las mezquitas convencionales. Originariamente llevó el nombre de Sultán Ahmet ya que se construyó durante su reinado y como éste falleció siendo muy joven tan solo unas semanas después de la inauguración decidieron ponerle su nombre. Para su construcción se utilizaron materiales como el mármol o la piedra.
Es uno de los lugares más visitados de Estambul, y en los alrededores verás siempre un montón de turistas que se acercan con muchas ganas de conocer su espectacular interior y un precioso exterior en el que hay hasta seis minaretes, la única mezquita turca que tiene ese número. 260 ventanales ayudan a convertirla en un lugar espectacular y deslumbrante, así que lo mejor es que la visites un día que haga buen tiempo, sobre todo si es un día soleado.
Es también la mezquita más grande de la ciudad, así que aunque no sea de tu religión deberías marcarla como visita imprescindible. Cientos de metros cuadrados cubiertos de espectaculares alfombras, lámparas de aceite de cristal en muchos lugares y más de 21.000 azulejos que se utilizaron para poder construirla. La planta está construida en forma de rectángulo y se divide en dos áreas: el shan (también llamado patio interior porticado) y el haram (también llamada Sala de oración).
Una de las muchas curiosidades que rodean a la Mezquita Azul de Estambul y que seguramente te contarán en tu visita es que el Sultán Ahmet fue el número 14, llegó al trono a los 14 años y murió 14 después, con 28 años. Un montón de historias que podrás descubrir si vas a visitar Estambul y que cualquiera que la haya visitado la recomendará fervientemente a cualquier visitante.