Óbidos es una de las muchas ciudades medievales fortificadas que aún quedan por el mundo. Esta en concreto es una hermosa localidad portuguesa que se encuentra aproximadamente a 85 kilómetros al norte de la ciudad de Lisboa. Es el prototipo perfecto de lo que fue una ciudad medieval.
Su singularidad y belleza es lo que atrae a numerosos turistas cada año. Óbidos fue construida sobre una colina, y lo que sorprende a todos los que la visitan son sus increíbles murallas conservados en un perfectísimo estado si tenemos en cuenta todo el tiempo que ha pasado desde que fueron levantadas. Merece la pena pasear por sus empinadas y retorcidas calles, y disfrutar de sus hermosas casas.
En lo más alto de la colina se encuentra además su imponente castillo. El Castillo de Óbidos, nombre con el que se el conoce, es de orígenes romanos. En el siglo XX tuvo que ser restaurado como consecuencia de los destrozos que había sufrido en 1755 a causa de un terremoto que tuvo lugar en la zona. Ya en julio de 2007 el castillo fue declarado como una de las siete maravillas del país. Hoy en día el castillo alberga en un interior un hotel o pousada.
En el interior de sus murallas que aún rodean todo el pueblo, se pueden encontrar esa hermosas casas blancas, cuyas paredes están decoradas con azulejos azules, verdes y amarillos (típicos estos de esta zona de Portugal). Sus ventanas todas tienen flores frescas, lo que hace más bonito el paseo por el pueblo. Si decides visitar esta ciudad, elige el mes de julio. Podrás disfrutar de todo esto, y además disfrutar del magnífico mercado medieval que se celebra todos los años este mes, en el que se realizan recreaciones históricas y se venden productos típicos.