Venecia, al igual que otras ciudades turísticas, puede sorprenderte de una forma u otra en función de la época del año que elijas para visitarla. En primavera y en verano suele estar abarrotada, sobre todo cuando se celebra el legendario Carnaval de Venecia. Por ello no es de extrañar que haya gente que se quede con las ganas de conocer la ciudad durante los meses más fríos del año, que es cuando más despobladas están sus calles.
Albert Dros, un fantástico fotógrafo holandés al que le encanta viajar, quiso experimentar la sensación de recorrer las calles de esta joya italiana en pleno invierno, ya que de esta forma pudo degustarla como no la pudo degustar cuando fue por primera vez.
Una Venecia difícil de reconocer
Como puedes comprobar en las imágenes que se muestran en este artículo, Dros tuvo la suerte de toparse con todo tipo de climas y sin el problema que suele suponer el tener que hacer fotos rodeado de turistas. Aprovechó que el precio de las habitaciones de hotel no era ni mucho menos tan caro como el del verano y no se despegó de su cámara de fotos en ningún momento.
Hay más cosas positivas. Al no ir en verano, pudo ver a los niños que iban al colegio y a los comerciantes preparando sus tiendas. Pudo ver cómo es el día a día en Venecia y tuvo tiempo para empaparse de la belleza de todos esos rincones que no suelen estar marcados con un círculo en un mapa turístico.
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