Esta hermosa localidad de la provincia de Teruel está calificada como uno de los pueblos más bellos de España y propuesta para ser declarada Patrimonio de la Humanidad por su gran valor histórico y estético.
Sus numerosos monumentos, así como el trazado de sus calles adaptadas a una complicada topografía del terreno, le confieren el encanto propio de las ciudades medievales. Cada rincón de Albarracín es un homenaje al paso del tiempo.
Historia
Los primeros indicios de grupos humanos datan de la Edad del Hierro. Concretamente, la ciudad estuvo habitada por la tribu celta de los lobetanos, cuyo legado quedó plasmado en las pinturas rupestres encontradas en el Pinar del Rodeno. Posteriormente, la Lovetum de los romanos, pasó a ser Santa María de Oriente para los visigodos. Su nombre actual se debe a la familia bereber Al-Banu-Razin, que instauró el reino taifa en la localidad. La conquista y los sucesos políticos que acaecieron en Albarracín en los siglos venideros, cambiaron la estructura defensiva de la ciudad, dotándola de una importante fortaleza defensiva.
Monumentos
– Casa Consistorial: Edificio del siglo XVI, con balcones de madera y corredor sobre el río. Se encuentra ubicada en la plaza del Ayuntamiento.
– Catedral del Salvador: Construida en el siglo XVI, se trata de un edificio con una sola nave y capillas laterales, en cuyo interior se encuentra una hermosa colección de tapices sobre la vida de Gedeón (el quinto de los jueces del pueblo judío que gobernó el pueblo de Israel).
– Palacio episcopal: Ubicado junto a la catedral, destaca por su portada barroca.
– Murallas: Obra cristiana, construidas en el siglo XIV.
– Castillo: Situado en el casco antiguo, fue antiguo alcázar de la familia Banu-Razin en el siglo XI y, actualmente, tan sólo se conserva el recinto amurallado.
– Torre del Andador: De estilo musulmán (siglos X-XI)
– Torre de doña Blanca: Simétrica a la anterior y situada en uno de los extremos de la muralla.
– Casa de la Julianeta:Construida al estilo popular, se sitúa en el Portal de Molina.