La Meca, Medina, y Jerusalén, ese es el triunvirato sagrado de ciudades santas que tiene el Islam. Tras ellas, y conocida como la cuarta ciudad santa del Islam está Kairouan en Túnez. Pero no es sólo ese el único galón que tiene, y es que también se le considera como la primera ciudad musulmana del Magreb, y la ciudad musulmana más sagrada del continente africano. Fundada en el año 670 Kairouan, la leyenda que cuenta como se erigió esta ciudad es una de las más hermosas dentro de la cultura islámica. Según la leyenda, un jefe musulmán de nombre Uqba ibn Nafi mandó construir un templo en una llanura seca donde vio aparecer milagrosamente un manantial. Alrededor del templo crecería la ciudad.
La edificación más importante de Kairouan es la Gran Mezquita, que es considerada la gran joya arquitectónica del norte de África. Construida en el 671 por mandato de Uqba ibn Nafi, destaca por su alminar de tres pisos y sus 35 metros de altura.
Después de la Gran Mezquita, una visita obligada por su simbolismo debe ser la Mezquita de Sidi Sahbi, llamada también del Barbero. Sibi Sahbi fue un santo que según cuenta la leyenda conservaba tres pelos de Mahoma, por eso que la mezquita reciba el nombre del Barbero.
Tras visitar los dos monumentos arquitectónicos más importantes de Kairouan, como es la Gran Mezquita y la Mezquita del Barbero, si se quiere vivir la auténtica esencia de los bazares y zocos de esta zona del norte de África, que mejor que transitar por los zocos originarios del siglo XIII con sus tiendas de artesanía.
Un bonito país, cercano y asequible y que te dejará un bonito recuerdo de sus noches de olores y colores sensuales