Las personas que buscan un paisaje paradisíaco para viajar, descansar y disfrutar tienen una buena elección en la Isla Saona. Situada en el extremo sudeste de República Dominicana, forma un enclave idílico gracias a los manglares, los arrecifes de coral y las playas con palmeras. Pero, aún hay mucho más por descubrir. ¿Te animas?
Qué ver
Isla Saona es un destino que ofrece múltiples posibilidades para disfrutar. Por ejemplo, los amantes de la playa, están de enhorabuena porque es posible bañarse en aguas poco profundas y secarse o tomar el sol bajo las palmeras con cocos como es el caso de la playa de La Palmilla. No obstante, en la isla también abundan las piscinas naturales.
Estas aguas poco profundas permiten ver, además, especies tan interesantes como las estrellas de mar y observar arrecifes de coral que conforman prácticamente todo un cinturón. No hay que olvidar que esta isla forma parte del Parque Nacional del Este por lo que es posible ver manglares.
Los atractivos de la isla incluyen algunas pequeñas localidades como Mano Juan. Se trata de un pequeño pueblo pesquero, que es muy tranquilo. Está situado cerca de la laguna de los Flamencos.
No hay que perderse las cabañas coloridas ni el santuario de tortugas. También, pero ya en su zona oeste, está la cueva de Cotumbanamá en la que hay muestras de arte rupestre precolombino. Precisamente, el Parque Nacional Cotubanamá es una de las áreas protegidas, pero está abierta a la visita de los turistas.
Y, otra opción de ver la isla, es hacer una excursión en catamarán para recorrer su costa y observar todos sus atractivos desde la perspectiva del agua. Además, en su transcurso, es posible ver otras zonas como la Isla Palmilla, aunque desde lejos.
Para los más aventureros o deportistas, la isla ofrece atractivas posibilidades para practicar el buceo o el snorkel entre los arrecifes para ver los numerosos peces de colores mientras nadan a sus anchas en las aguas de color azul celeste y verde esmeralda.