La costa oriental de Cantabria abarca desde Somo, frente a la bahía de Santander, hasta el municipio de Castro Urdiales, en el límite con Vizcaya. En esta zona, sorprenden sus bellísimos paisajes como el cabo de Ajo, los acantilados de Langre, la ría de Treto, cabo Quejo, la bahía de Santoña, Oriñón y Ontón; las hermosas y extensas playas de Noja y Laredo, y los valles de Liendo y Guriezo. Gracias a la gran afluencia turística y el desarrollo de algunas industrias, se ha convertido en la zona más densamente poblada de toda la región.
Las localidades de Santoña, Colindres y Laredo cuentan con una importante flota pesquera y concentran en sus factorías la artesanía del salazón, así como la conserva de la anchoa y el bonito, productos de gran prestigio. Las delicadas almejas de Pedreña y las excelentes langostas de Isla se pueden degustar en tabernas y restaurantes próximos a los puertos.
Santoña
A 48 kilómetros de Santander se encuentra este municipio, especialmente reconocido por sus marismas de gran valor ecológico y reserva natural. Tienen una extensión de 6.678 hectáreas y abarcan parte de los municipios de Noja, Limpias y Colindres. Constituyen, además, un enclave único por la riqueza de su fauna marina y por ser lugar de paso para las aves migratorias.
Históricamente, los primeros indicios de población datan del Paleolítico Superior, según se desprende de los utensilios y el arte rupestre hallados en las cuevas del Perro y San Carlos. También se tiene constancia de un importante asentamiento romano, alrededor del siglo I, según las excavaciones realizadas en la zona de la iglesia.
Laredo
Situado en el Bajo Asón, este municipio se encuentra enclavado en un lugar privilegiado de la costa oriental de Cantabria. Posee la playa más extensa de todo el litoral y gran parte del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Noja y Joyel.
Respecto a su patrimonio cultural, la Iglesia de Santa María de la Asunción es el edificio más relevante de la villa: declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional por ser una de las construcciones góticas más importantes de España. La Puebla Vieja, conserva la antigua estructura urbana de la costa cantábrica durante los siglos XIII y XVII. Comprende seis calles, situadas alrededor de la Iglesia de Santa Maria de la Asunción, que albergan diversas edificaciones de gran importancia cultural e histórica. También son de gran interés histórico: el Túnel de la Atalaya, el Muelle de la Soledad, el Mirador del Abra , El Fuerte del Rastrillar, la Casa de las Cuatro Témporas o las Escuelas Dr.Velasco
Valle de Asón
En el interior de la parte más oriental de Cantabria se encuentra este gran espacio geofísico formado por los valles de Asón y Soba. Destaca por sus parajes de singular belleza, densamente poblados por hayas y encinas, y por el nacimiento del río Asón: una espectacular cascada de 50 metros de altura.
La extraordinaria abundancia de cuevas y simas han hecho de este valle, y sus alrededores, uno de los puntos de atención para espeleólogos de todo el mundo. Numerosas campañas de exploración han dado como resultado el descubrimiento de cientos de simas y cuevas, algunas de las cuales se encuentran entre las de mayores dimensiones conocidas: las cavidades del río Silencio (Rasines) tiene un total de 53 kilómetros de galerías exploradas; las de Cueto-Coventosa (Arredondo) sobrepasa los 30 kilómetros de galerías, con una profundidad de 815 metros; la sima de Garmaciega-Cellagua (Soba) también supera los 800 metros de profundidad; y la gran sala subterránea de la Torca del Carlista (Ramales) es una de las mayores del planeta.
Esta enorme riqueza espeleológica de la comarca de Asón se completa con el patrimonio cultural que atesoran muchas de estas cavidades, que sirvieron como refugio a diversos grupos humanos en la época prehistórica. Uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes de la región se encuentra en torno a Ramales, en las cuevas de Covalanas, Cullalvera y La Haza.