Hoy nos trasladamos a un lugar realmente mágico: el Lago Verde de Austria. En realidad se trata de una acumulación de agua que solo hace honor a su categoría de “lago” cuando se inunda en primavera.
Sin embargo, en invierno, el Grüner See (así se llama en alemán), es un hermoso parque rodeado de árboles donde se puede disfrutar al máximo de la naturaleza sin necesitar bombonas de oxígeno ni aletas, ya que la profundidad es de tan solo dos metros de calado. ¿Quieres conocer más acerca de este curioso lago? ¡Pues atento!
Un lugar ideal para bucear
Cuando comienza el deshielo primaveral, el terreno del lugar comienza a llenarse de agua hasta quedar totalmente inutilizado por encontrarse inundado. Al menos, no se podrá “utilizar” si lo que se pretende es pasear por el lugar, pero si se consigue un neopreno, es el sitio perfecto para desconectar del estrés sentándose en uno de los bancos que ha quedado sumergido.
Una profundidad de hasta doce metros
Así, la poca profundidad que tiene el Lago Verde en invierno puede aumentar hasta los doce metros. El agua con la que se llena el Grüner See proviene de las montañas de piedra caliza de Hochcschwab, en la región austriaca de Estiria (sureste de Austria, cerca de la ciudad de Tragöß), y se ha convertido en un auténtico atractivo turístico para los amantes del buceo.
Una variada fauna
En el lago se puede observar una variada fauna de agua dulce, entre los que encontramos pequeños cangrejos, truchas o caracoles. Y fuera del lago, se puede contemplar un fantástico entorno de montañas de piedra caliza. Eso sí, sin duda, una de las razones de la fama del Grüner See es el increíble color de su agua verde y transparente.