Atenas decidió competir con el famoso Hotel Ritz construyendo este «gran» hotel en 1842. Primero se utilizó como residencia privada y tres décadas más tarde se convirtió en un grandísimo hotel. En 2004, y con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos en Atenas, sufrió una impresionante remodelación. Se invirtieron más de 100 millones de dólares y optaron por reducir el número de habitaciones para así poder ampliar los espacios públicos.
El Grande Bretagne se ha convertido en la morada temporal de monarcas, políticos y estrellas de la música y el cine. Su ubicación es una de las razones: a la derecha la Plaza Syntagma y en frente el Parlamento griego. Se puede decir que está cerca de casi todo, incluyendo la Acrópolis, el Museo Histórico Nacional y la Ciudad Vieja.
La cantidad de habitaciones se redujo de 360 a 321. Las de la parte baja tienen unas inmejorables vistas de la caótica Plaza de la Constitución, mientras que las habitaciones de los pisos superiores nos impresionan con sus vistas de la Acrópolis. Todas están decoradas con madera oscura, cortinas pesadas, muebles de madera de bordes dorados y baños de mármol.
El servicio del hotel le hace estar a la cabeza en el mercado griego por su formalidad y precisión. El hotel está supervisado por un pequeño ejército de funcionarios, uniformados correctamente.
No puedes dejar de disfrutar de un baño en su grandísima piscina al aire libre, situada en su azotea con preciosas vistas de la Acrópolis. En la misma zona encontrarás su gran restaurante donde podrás disfrutar de los mejores platos de la gastronomía griega.