Uno de los mayores atractivos de Estados Unidos es el Gran Cañon del Colorado. Normalmente, se tiende a visitar cuando se va a Las Vegas porque está bastante cerca. No obstante, merece la pena recorrerlo por sí mismo. Y es que tiene mucho que ver, aunque parezca lo contrario. Aparte es bastante amplio y es todo un espectáculo disfrutar de sus diferentes zonas y recorrer los 446 kilómetros de longitud con el fin de ver todo su esplendor y las distintas vistas de sus entre 1.500 ó 1.600 metros de profundidad desde sus miradores. Y, ¿qué hay que ver allí? Bastantes cosas. No en vano, está considerado como una de las maravillas naturales del mundo.
Las partes
Uno de los principales atractivos del Gran Cañón del Colorado es ver las diferentes formas y colores de las piedras. Pero, hay que tener cuidado. Normalmente, los miradores y las zonas de acceso a turistas están delimitadas porque recorrer el Gran Cañón del Colorado puede ser peligroso.
De hecho, cada año se produce alguna muerte por despistes o por querer acercarse demasiado al precipicio. Y es que, en realidad, se va pisando sobre una gran planicie, pero la tierra llana se acaba de forma brusca justo en el borde del precipicio.
Dicho esto, vamos a hablar de las tres zonas en las que es más frecuente visitar el cañón, teniendo en cuenta sus cuatro puntos cardinales. Una de ellas es la parte Oeste, conocida como West Rim o Grand Canyon West. Normalmente, esta es la zona de acceso para las personas que van desde Las Vegas porque es el punto más próximo.
Esta parte es muy curiosa porque es propiedad de la tribu india Hualapai. Pero no es lo único por lo que es muy conocida. Y es que, aquí, también está el mirador Skywalk, que se caracteriza por tener el suelo de cristal sobre un acantilado de 1.300 metros de altura para observar su profundidad y los numerosos, y a la vez increíbles, acantilados y estrechos.
Sin embargo, los paisajes más espectaculares se hallan en la zona sur, conocida como South Rim. Esta parte del cañon, situada en el Parque Nacional, tiene una mayor altitud, llegando a los 2.100 metros.
La particularidad de esta zona es que se disfruta de temperaturas agradables cuando se está en la parte alta mientras que, si se recorre por el río, la cosa cambia porque en verano se pueden alcanzar los 45 grados centígrados. No hay que olvidar que el clima es desértico.
En South Rim, lugar en el que se encuentran las mejores vistas, no hay que olvidarse de ir al mirador Desert View y la Torre Vigía de los indios Anasazi –es una emulación-, porque es donde se puede observar el inicio del Gran Cañón. Dentro de la torre, hay una tienda para comprar algún souvernir, aunque también es posible adquirir recuerdos en otros puntos como el centro de visitantes.
Y, finalmente, está la parte del North Rim que, en general, tiende a ser la menos visitada, pero también es interesante porque el paisaje cambia, puesto que suele estar cubierta de nieve al ser la zona más alta del cañón. Esto hace que solo se pueda visitar entre mayo y octubre porque sus carreteras permanecen cerradas. No obstante, de lejos, se observa todo nevado en la época más invernal.
Actividades
Hay muchos turistas que solo van a una parte del cañón porque no disponen de mucho tiempo en su viaje. Sin embargo, si se puede, es conveniente recorrerlo todo y realizar algunas actividades como verlo desde el helicóptero.
Pero, además, es posible hacer senderismo. Las opciones de rutas son diversas, aunque las más conocidas con las denominadas Bright Angel y South Kaibab. En este caso, siempre es importante calcular bien el tiempo porque no da tiempo de bajar y subir en el mismo día al fondo del Cañón y llegar al río.
Y otra opción es hacer rafting por el río, lo que es posible en zonas más tranquilas, aunque también hay aguas más bravas en función del conocimiento de esta práctica deportiva y las ganas de aventura que se tengan.
Son opciones a tener en cuenta y que demuestran que ver el Gran Cañón del Colorado no es cuestión de una mañana o tarde –por cierto, las vistas son mejor al atardecer-, sino que es preferible dedicarle más de un día a disfrutar de sus espectaculares paisajes y de un sitio sin parangón.