Con más de nueve millones de habitantes, Suecia es un país pequeño pero encantador. Está lleno de historia y cultura. La mejor época para ir es en verano, cuando en realidad es más cálido, o en el otoño cuando las hojas de los árboles cambian de color y el aire es un poco más fresco. El país no es barato, pero la gente es muy agradable y la belleza natural del país se equipara con la belleza de sus residentes.
La tierra de los vikingos es uno de los lugares naturales más bellas del mundo. El alojamiento no es demasiado barato pero siempre hay algún hostal que te permitirá pasar unos agradables días. Hasta en los hostales tendrás un recargo económico por la ropa de cama. Para comer en Suecia, puedes buscar a esos vendedores ambulantes que hacen comidas tan ricas. Las pizzas y los perritos podrán convertirse en tu menú diario.
La mayoría de las comidas en restaurantes comienzan con un precio mínimo de 150 coronas suecas. El precio de una cerveza es de 60 SEK. Respecto al transporte, debes tener en cuenta que un viaje en Ferry a Gotland cuesta 230 coronas por persona. Si te vas a mover por todo el país, los billetes de tren tienen unos precios muy variables. De Estocolmo a Gotemburgo te gastarás 300 SEK.
Si vas a realizar un montón de traslados, compra los billetes de tren antes de llegar al país. De esta manera te vas a poder ahorrar unos cuantos euros. También debes adquirir antes la tarjeta de turismo de la ciudad, la cual te permitirá acceder al sistema de transporte público de la ciudad y a diferentes museos y atracciones de manera gratuita. Si decides visitar museos y atracciones cuenta con que cada entrada te costará unas 60-100 SEK.