El Palacio Real de Aranjuez


Muchas veces me encuentro con gente que se ha ido de viaje al extranjero porque «quería ver lugares espectaculares». Siempre les respondo que para eso no hay que salir de nuestro país, que fuera sí hay ciudades fascinantes que todos deberíamos conocer, pero que en España hay muchísimos lugares de gran belleza y espectacularidad. Uno de ellos es el Palacio Real de Aranjuez, una auténtica maravilla arquitectónica que nada tiene que envidiar a las grandes construcciones que hay en el resto del mundo.

Está en Aranjuez, a menos de 50 kilómetros de Madrid, y resulta bastante impactante por muchos motivos. Es Patrimonio de la Humanidad desde hace 10 años, y es un palacio repleto de salones y habitaciones que se comenzó a construir a petición de Felipe II en el año 1560. Los encargados de llevar su construcción a cabo fueron los mismos que hicieron El Escorial. Fernando VI era quien reinaba cuando se terminó de construir.
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Mont Saint-Michel, maravilla de Occidente


Por su espectacular arquitectura y su bahía, el Mont Saint-Michel se ha convertido en un referente turístico de Normandía, así como uno de los primeros de Francia. Su nombre se debe a la excepcional abadía, consagrada al arcángel Saint Michel, situada en un peñón rocoso de una isla, en el estuario que forma a su desembocadura el río Couesnon.

Desde 1979, el Mont Saint-Michel y su bahía forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. También, los numerosos edificios del lugar que han sido clasificados como monumentos históricos.


Otro de los elementos que contribuye a la espectacularidad del conjunto son las mareas, que en otros tiempos convirtieron al monte en una fortaleza inexpugnable. Actualmente el acceso a la abadía está asegurado por una carretera que llega a la base del peñón, pues durante siglos sólo era accesible a pie, cuando la marea estaba baja y por mar, cuando era alta.

Los orígenes de la actual abadía datan entre los siglos VIII y IX, aunque el pasado de la zona se remonta a la época celta, cuando algunas tribus se acercaban al monte para realizar cultos druídicos. Durante la Edad Media, al igual que Roma y Santiago de Compostela, constituyó uno de los centros de peregrinaje más importantes de Occidente. En la época de la Revolución fue destinada como prisión y a finales del siglo XIX se iniciaron las obras de restauración.


En la pequeña ciudad medieval que conforma el Mont Saint-Michel, podemos encontrar casas y comercios del siglo XV y XVI, un puente levadizo, la iglesia dedicada a San Pedro del siglo XV y la gran escalera que conduce a la abadía, llamada du Grand Degré.

Por alguna razón, este emblemático lugar recibe cada año más de 3 millones de visitantes entre peregrinos y turistas.

La ciudad fortificada de Carcassone


Situada al sur de Francia, entre Perpiñán y Toulouse, en el área del Languedoc-Rosellón, la ciudad de Carcassone es especialmente conocida como villa medieval fortificada. Su historia se remonta al siglo VI a.C. como ciudad romana y posteriormente fortificada, en el siglo IV, como respuesta a tres siglos de invasiones puntuales por ser villa fronteriza al norte del reino visigodo. Tras la ocupación musulmana, en los años 725 a 759, Carcassone pasa a manos de los Francos y durante la época feudal emerge como principado, extendiendo sus dominios hasta Nimes.

Marcada por la gran influencia de la religión cátara, en 1208 emprende una cruzada contra los Albigenses que se traduce en una nueva conquista territorial, anexionándose al dominio real en 1226. Desde entonces hasta la firma del tratado de los Pirineos, Carcassone constituye una pieza clave del dispositivo de defensa fronteriza entre Francia y Aragón. Ya, en 1997, la ciudad pasa a ser inscrita dentro de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.


Castillo, murallas y torres

Hay cuatro puertas de acceso al interior de la ciudad, situadas en las murallas y coincidiendo con los puntos cardinales:

La puerta de Narbona. Ubicada en la sección oriental y llamada así por estar orientada hacia la ciudad con su mismo nombre. Data del año 1280 y se compone de dos torres a tres niveles, que enmarcan un cuerpo central de defensa. La puerta de acceso está reforzada por un doble rastrillo y custodiada por matacanes, desde los que se podían lanzar proyectiles, en caso de ataque. Con la finalidad de poder soportar las épocas de asedio, en la torre norte se destinó una cámara para almacenar víveres y a la torre sur se la dotó con una cisterna de agua.

En 1859 se llevó a cabo una rehabilitación que la dotó de una especie de puente levadizo que no existía originariamente.


La puerta del Aude. Llamada así porque está abierta hacia el río Aude, en la zona occidental del conjunto. Se trata del sector con más difícil acceso al recinto fortificado, protegido por una barbacana, un castillete y un matacán (plataforma con orificios para lanzar proyectiles, situada en la parte alta de la muralla).

Su configuración revela un sofisticado sistema defensivo: puertas que en realidad no existen, con la finalidad de burlar un intento de intrusión, y pasillos con recovecos y cruces que se convierten en una trampa laberíntica, quedando expuesto el invasor a los disparos desde todos los ángulos.

La rampa de acceso tenía su inicio en la barbacana, actualmente desaparecida. El ascenso se realizaba mediante curvas y giros para dificultar la entrada.

El origen de esta parte de la muralla es visigodo y su refuerzo consistía en estar elevada sobre la propia muralla y reforzada con tres contrafuertes (siglo XIII).


La puerta del burgo o de Rodez. Situada al norte y custodiada por dos torres, esta sencilla puerta comunicaba la ciudad con el antiguo burgo de Saint-Vincent y su defensa estaba constituida por la barbacana Notre-Dame y la torre Mourétis.

La puerta de Saint-Nazaire. Ubicada en la torre con el mismo nombre, en la zona sur del recinto. Da acceso a la muralla y a la ciudadela a través de un pasadizo protegido por matacanes y aspilleras (aberturas verticales, estrechas y profundas que se situaban en las murallas y permitían lanzar flechas o ballestas).

Su planteamiento defensivo original era muy complejo, pero la estructura fue modificada a mediados del siglo XIX, perdiendo su carácter.


A lo largo de la muralla, diferentes torres con sus propias historias nos deleitaran en esta visita al pasado de esta hermosa ciudad amurallada: la torre visigoda, la torre de la Inquisición, la torre de Cahuzac o la torre Mi Padre. La catedral de Saint-Nazaire et Saint-Celse, en el interior del recinto o el museo lapidario, en la primera planta del castillo son otros de los elementos importantes incluidos en la visita a Carcassone.

La excepcional belleza de la Alhambra


Este célebre conjunto arquitectónico de la ciudad de Granada constituye una preciada joya del legado hispano-arábigo de los siglos XIII y XIV. Este emblemático palacio, antigua residencia de los reyes moros, está situado en la meseta del monte Asabica, hacia un extremo de la ciudad.

Las murallas que circundan el palacio alcanzan los 10 metros de altura, abarcando una extensión aproximada de 800 metros de longitud por 500 de amplitud. Al igual que otras ciudades amuralladas, la Alhambra gozaba de autonomía respecto a la ciudad. Disponía de todos los servicios necesarios para el abastecimiento de la población que allí residía como, talleres, mezquitas, escuelas, etc.

La exquisita decoración de esta ciudad palatina es un verdadero deleite para los sentidos. Sus magníficos trabajos de yesería, en la que los árabes eran auténticos maestros, y su peculiar forma de trabajar el mármol, convierten a la Alhambra en la culminación del arte andalusí.

Edificios más emblemáticos

La Alcazaba . Edificio destinado a la defensa y vigilancia del recinto. Se trata de una de las edificaciones más antiguas (siglo XI) y entre algunos de sus elementos más importantes destacan:

– Patio de Armas
– Torre del Homenaje. Levantada en la parte más alta de la muralla, unos 22 metros de altura y 6 pisos de altura en su interior. Pudo estar destinada a ser centro de operaciones de defensa.
– Torre de la Vela. Se trata de la torre de defensa más grande de todo el conjunto.


Salón de los Embajadores o salón de Comares. Construida en el siglo XIV para las audiencias privadas del sultán. Es la estancia más amplia y elevada de todo el conjunto. Todas sus paredes están ricamente decoradas con motivos florales, estrellas, conchas y escrituras en yesería. Las ventanas antiguamente se cerraban mediante celosías de madera y vidrieras de colores (cumarias), de ahí el nombre de comares. El techo del salón, con forma cúbica, es una representación del Universo según la cultura musulmana. Realizado en madera de cedro con formaciones de estrellas a diferentes niveles, resulta uno de los elementos más atrayentes de la estancia.


Palacio de los Leones. Su nombre se debe a la bóveda de mocárabes que lo cubría. Inscripciones religiosas en yesería cubren los muros de este edificio. En el atrio interior una galería formada por 124 columnas de mármol da paso al Patio de los Leones, famoso por la fuente sostenida sobre cuatro leones que encierran diversos significados o simbologías.


Sala de los Abencerrajes. Antigua alcoba del sultán, sin ventanas al exterior pero exquisitamente decorada. Conserva el estuco y colores originales. Situada en el centro de la sala, una pequeña fuente servía para reflejar la cúpula decorada con mocárabes.


Sala de las dos Hermanas. Su nombre procede de las dos losas de mármol blanco, situadas a ambos lados de la fuente central. Se trata de las más grandes de todo el recinto de la Alhambra y se igualan en peso, tamaño y color. La sala tiene un mirador sobre la ciudad y poemas escritos en las paredes.
Mirador de la Lindaraja. Con vistas al jardín que lleva su mismo nombre, es uno de los espacios más ricamente decorados de todo el recinto.

Sala de los Reyes. Se trata de la sala más larga del Harén, destinada posiblemente a fiestas familiares. En su bóveda central se representan los diez primeros reyes de Granada desde la fundación del reino, de ahí el nombre de la sala.


Generalife. Villa ajardinada, utilizada por los reyes musulmanes para el descanso. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad.

Sin embargo, los elementos descritos son, tan sólo, una pequeña muestra de la extremada belleza de una de las joyas arquitectónicas de nuestro legado cultural.

Nuevos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad

El comité del Patrimonio Mundial por la UNESCO ha inscrito 13 nuevos lugares en la famosa lista del Patrimonio de la Humanidad, que cuenta ya con 890 bienes destacados incluidos.

Torre de Hércules (España)


Faro de origen romano que se encuentra en La Coruña, en la orilla de la costa Atlántica, considerado el faro más antiguo del mundo en funcionamiento.

Puente Canal de Pontcysyllte (Reino Unido)


El puente acueducto de Pontcysyllte es una gran obra de la ingeniería contruida en plena Revolución Industrial. El canal cuenta con unos 18 km de extensión.

Cidade Velha (Cabo Verde)


Cidade Velha es una pequeña localidad en el municipio de Riveira Grande de Santiago (Cabo Verde), considerado el primer asentamiento europeo en el África, un lugar con mucha historia.
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