Estocolmo es la ciudad más importante de Suecia desde el punto de vista político, cultural y económico. Esta capital, que data del año 1252, es también una de las más bellas del país y del mundo por su aspecto, que tiende a recordar a Venecia. No en vano, es conocida como la Venecia del Norte. Pero, ¿qué hay que ver en ella? ¿Qué se puede hacer más allá de las visitas turísticas típicas?
¿Qué ver?
Estocolmo es una ciudad con mucha historia. Uno de los principales puntos de visita es el Palacio Drottningholm, que está inspirado en la arquitectura francesa del siglo XVII. También merece la pena ver el Artipelag, el museo de Arte Moderno, que está situado en la isla de Värmdö.
Visitas recomendadas son también el Pabellón de Gustavo III, el museo de fotografía Ftografiska y el Museo Nacional en el que destaca la exposición de Rembrandt. Y, diferente, pero igualmente interesante, es el Vasa Museet. Un barco que se hundió a los pocos minutos de zarpar en el año 1628 y que estuvo hundido hasta 1961.
¿Qué hacer?
Además de los visitas a estos puntos de interés turístico, Estocolmo tiene muchas calles que deben ser recorridas porque tienen mucho encanto y belleza, aparte de haber tiendas más que interesantes de grandes marcas como, por ejemplo, Balenciaga o Lanvin, entre otras.
A estas y otras firmas se suman otras boutiques, que deben ser tenidas en cuenta como Acne, que es una de las marcas de moda más importantes de Suecia. Para la joyería, una buena recomendación es Efva Attling.
La arquitectura y el diseño es uno de los puntos fuertes de este país. En Estocolmo, hay tiendas especializadas como Asplund, que es un claro ejemplo del diseño escandinavo, así como Garbo Interiors, que está inspirada en la etapa del Rey Gustavo III.
Comida
Y, por supuesto, siempre que se viaja, se debe probar la gastronomía. Entre las mejores opciones, está Erik’s Gondolen, que combina cocina tradicional de la zona e internacional con unas impresionantes vistas a la bahía y la ciudad. No hay que perderse el bar, que tiene forma de góndola sobre el mar. Y, para comer algo más informal, la alternativa pasa por Matbaren, que es del chef sueco Mathais Dahlgren.