Cada país tiene numerosos atractivos a lo largo y ancho de su territorio. Sin embargo, unas zonas siempre son más conocidas que otras, atrayendo a numerosos destinos. Esto hace que en cada lugar haya muchos lugares por descubrir. Y uno de ellos es Escocia. Un destino muy atractivo para todos los turistas, pero en el que hay muchos puntos que no suelen ser visitados a pesar de tener mucho encanto. Es el caso de las Islas Small. Un archipiélago muy tranquilo y con una gran belleza por sus parajes naturales.
Las Islas Small
Las Islas Small se localizan en la región de Argyll. Las posibilidades de explorar este archipiélago son numerosas. En esta ocasión, nos vamos a centrar en cuatro de ellas que, además, son las más pequeñas. Se trata de Lismore, Easdale, Kerrera y Luing.
La primera de ellas, Lismore, tiene tan solo 16 kilómetros de largo y 1,6 kilómetros de ancho. Situada frente la costa de Oban, cuenta con una pequeña población de apenas 170 habitantes. Esto hace que sea una comunidad muy acogedora.
Además de conocer sus costumbres y cultura, esta isla merece una buena visita por su fauna y espectaculares paisajes que se pueden ver a pie o en una ruta en bicicleta. Y, por supuesto, está su gastronomía con la carne de vacuno y cordero local.
Otra de las islas que puede visitarse es Easdale .Su principal característica es que es la isla habitada más pequeña de las Hébridas interiores. Además, está libre de coches. Los habitantes se desplazan en carretillas.
No son las únicas curiosidades. Es una isla muy conocida por acoger la celebración de los Campeonatos Mundiales de Lanzamiento de Piedra. Muy interesante es ver las antiguas canteras de pizarra, ahora cubiertas por el agua.
Esta ruta nos lleva también a Kerrera, caracterizada por su ambiente rural. De hecho, es ideal para dar, por ejemplo, un paseo en pony o hacer senderismo. Una vez aquí, no hay que perderse las ruinas del Castillo de Gylen.
Y, finalmente, incluimos la isla Luing. Conocida por producir la mayor parte de la pizarra de Escocia en los años 60, hoy alberga pueblos muy pintorescos con magníficas vistas a Belnahua, Scarba y las islas Garvellachs.