Uno de los lugares más mágicos y misteriosos que existen en el mundo se encuentra en Camboya. Es el templo Ta Prohm, que pertenece al complejo arqueológico de Angkor. Situado cerca de la ciudad de Siem Reap, es un rincón muy especial perdido en medio de la selva.
Se trata de un antiquísimo monasterio budista que data del siglo XII. Era el centro de la civilización jemer, en cuyos dominios llegaron a establecerse más de 3.000 aldeas. Con el tiempo el imperio jemer desapareció y el templo fue abandonado. Desde entonces, la vegetación ha ido cercándolo y abrazándolo lentamente hasta convertirlo en el lugar mágico y especial que es hoy.
En un mágico estado de abandono
Lleva olvidado desde el siglo XV y, a partir de aquel momento, la poderosa naturaleza ha ido conquistándolo poco a poco. Las nudosas raíces de los árboles de algodón de seda (bombax) han ido abrazando la piedra del monasterio hasta crear un paisaje único. Tanto es así, que el templo Ta Prohm fue elegido como escenario para grabar algunas escenas de la película Tomb Raider, protagonizada por Angelina Jolie. Es un lugar curioso, especial. No te lo pierdas si viajas hasta allí este verano, e inclúyelo en tu lista de cosas que ver en Camboya.
El templo se localiza a poco más de un kilómetro de Angkor Thorn. Su parte central se alza en una pequeña loma, en torno a la cual se distribuyen cinco espacios rectangulares que acogieron en su momento diferentes estructuras sociales como una biblioteca, la Casa del Fuego o el salón de los Danzantes. Hay numerosas esculturas, muchas de las cuales representan al rey Jayavarman VII, quien mandó construir el templo, y a otros miembros de su familia.
Ya en el siglo XX, cuando se inició la restauración de Angkor, los expertos decidieron dejarlo tal cual, de forma que pudiese observarse el poder de la naturaleza sobre las obras humanas, aunque sí se llevaron a cabo algunos trabajos para reforzar y preservar su estructura.