El Parque Nacional del Teide, en Tenerife, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es un auténtico ejemplo de vegetación, vida animal y, sobretodo, paisaje. El Teide es el símbolo más representativo de Canarias y, sobretodo, de la isla de Tenerife, donde puedes verlo desde muchos rincones por cualquiera de sus lados. Es el pico más alto de España y, a medida que vas subiendo en coche, vas viendo tanto la propia isla de Tenerife como las demás islas, consiguiendo uno de los paisajes más bonitos que puedas ver en Canarias.
Para llegar al Parque no hace falta nada especial, pero si quieres subir el Teide tienes que solicitar un permiso, siempre te lo dan, pero tienes que solicitarlo porque así tienen controlado el número de personas que sube cada día. La caminata hasta llegar al cráter es impresionante, y si tienes pensado hacerla deberías prepararte físicamente ya que según vas cogiendo altura puede faltarte un poquito de oxígeno, sobretodo si no acostumbras a caminar o fumas.
Si no vas a subir, no pasa nada, tienes muchísimo que ver en los alrededores. Rutas en bicicleta, senderismo o simplemente un paseo para poder llenar tu tarjeta de memoria con un montón de fotos. Un par de kilómetros antes de llegar hay un restaurante donde puedes para a comer teniendo toda la isla de Tenerife a tus pies. Por supuesto, si vas a comer en Tenerife hay un par de cosas que no puedes dejar de probar, como las papas arrugadas con mojo (ten cuidado, ¡son adictivas!) o el almogrote, que es como una pasta de untar típica de la isla de La Gomera y que está hecha a base de varios quesos fermentados. Delicioso con pan tostado. Los mejores vinos que hay en Tenerife son los de D.O. Tacoronte-Acentejo. ¿Todo buena pinta, verdad? Pues imagínatelo en medio de la montaña y con unas vistas espectaculares.