En Europa podemos encontrar lugares espectaculares en los que poder pasar nuestros días de vacaciones y descubrir rincones y edificios llenos de historia y con una gran belleza. Hoy me gustaría que me acompañaras, virtualmente, a Bruselas, capital belga y que tiene muchas cosas que ofrecer a cualquier turista. En esta fantástica ciudad puedes encontrar el Palacio Stoclet, un edificio majestuoso que construyó entre los años 1905 y 1911 el arquitecto Josef Hoffman.
El primer dueño que tuvo el palacio fue el banquero Adolphe Stoclet, quien fue uno de los empresarios más ricos del país pero que pronto cedió su palacio para que comenzara a formar parte de la historia de la capital. Este hombre era un gran amante de todo tipo de artes, así que al ordenar la construcción y decoración de su casa le dijo al arquitecto que se gastara todo lo que se tuviera que gastar ya que no tendría restricciones económicas.
Scotlet no solo quería construir el que sería su hogar sino que quería que ese lugar pasara a la historia por albergar todo tipo de esculturas, estatuas y pinturas que formarían parte de cualquiera de los museos más prestigiosos del mundo. El Palacio Stoclet tiene la fachada de mármol y una mezcla de estilos arquitectónicos que combinan perfectamente y que lo convierten en uno de los palacios más lujosos del mundo.
Desde el fallecimiento del banquero, el palacio ha pasado a ser gestionado por el gobierno belga para poder preservar todas las obras de arte que se guardan en su interior y se está estudiando la posibilidad de abrirlo al público como museo. En el año 2009 fue declarado Patrimonio de la Humanidad a pesar de que está deshabitado desde el año 2002, que fue cuando falleció la esposa de Stoclet. Aún así, acercarse allí para verlo por el exterior es una gran elección ya que tiene una belleza muy particular.