Aunque el ser humano ha hecho cosas asombrosas (el Templo Wat Rong Khun, las Minas de Río Tinto, el Canal de Castilla…), lo cierto es que la Madre Naturaleza no deja de sorprendernos. Y es que hay lugares en todos los rincones del mundo capaces de dejar con la boca abierta a cualquiera. En Vuela Viajes ya te hemos hablado algunos de ellos, pero tenemos muchos más rincones que mostrarte.
Uno de los continentes donde la naturaleza ha hecho más de las suyas es Oceanía, y más concretamente en Australia. Por ejemplo, aquí se encuentra el desierto de los Pináculos, conocido en inglés como The Pinacles Desert, un lugar donde miles de formaciones calcáreas surgen de la arena en formas de lo más curiosas. ¿Quieres descubrir más detalles sobre este impactante rincón australiano? ¡Pues entonces no podrás perderte nada de lo que te contamos a continuación! ¡Te aseguramos que te va a encantar!
Los pináculos
El Desierto de los Pináculos se encuentra en la zona occidental de Australia, concretamente en el Parque Nacional Nambung y muy cerca de la ciudad de Cervantes, que fue colonia española y que, como ves, debe su nombre al escritor de “Don Quijote de la Mancha”. Como puedes comprobar tú mismo en las imágenes que te mostramos en la galería, se trata de un área desértica de unos 30 kilómetros que se caracteriza por los pináculos de roca caliza que surgen de la arena con formas y tamaños de lo más variadas. Eso sí, la mayoría tienen entre 3 y 7 metros de altura.
El origen de los pináculos
Parece ser que estas formaciones rocosas se originaron hace treinta mil años, cuando el mar desapareció de la zona, lo que explica que los pináculos estén formados por los esqueletos minerales de los animales marinos que se acumularon en el fondo de las dunas a causa de la lluvia, compactándose. Con el tiempo, estas formaciones fueron descubiertas por la erosión del viento. En realidad, parece ser que a lo largo de los siglos los pináculos han ido cubriéndose y descubriéndose y, de hecho, este ciclo se irá repitiendo durante los próximos milenios.
Más de 250.000 visitantes al año
Aunque, como ya hemos dicho, los pináculos surgieron hace unos treinta mil años, lo cierto es que la mayoría de habitantes de Australia y, por supuesto, del mundo, desconocían su existencia. No fue hasta la década de los 60 cuando se hicieron populares, tras agregarse esta zona al Parque Nacional de Nambung. De hecho, con el tiempo se han convertido en una de las atracciones principales de Australia, siendo visitadas por 250.000 personas cada año.
El mejor momento para visitar The Pinnacles
Si tienes pensado realizar un viaje a este lugar, debes saber que el mejor momento para ir a The Pinnacles es de agosto a octubre, ya que durante esta época el clima es bastante suave y, además, comienzan a florecer las flores silvestres. También debes tener en cuenta que es a primera hora de la mañana y al atardecer cuando el paisaje se ve más hermoso. Además, a partir de la puesta de sol podrás contemplar una gran actividad fáunica. Y es que, aunque no lo creas, aquí hay una gran variedad de animales. Es sí, no creas que visitar este lugar es gratuito. La entrada al parque es de unos 10 dólares australianos por coche, es decir, unos 8 euros.
A continuación te dejamos con nuestra galería, donde encontrarás más imágenes de este impactante paraje australiano. ¡No te lo pierdas!
Me gustan las entradas. las fotografías y la explicación que proporcionan. Informan sobre los lugares. Tengo oportunidad de conocer lugares que de otra forma estarían fuera de sus posibilidades.
Si pudiera viajar al país respectivo tendría en cuenta visitar esos sitios con información preliminar.
Gracias. Saludos. continúen informando. hace poco tiempo vi una información de Can cun, complementada con blogs de algunas personas y comentarios. Se forma uno una idea mas cercana del lugar y sitios turísticos. Adelante. Eso está bien. los felicito.
¡Muchas gracias Rafael!
El pueblo, no ciudad, de Cervantes, he leído que no fue una colonia española sino que debe su nombre a un barco americano llamado Cervantes que embarrancó en unas islas frente a la costa.