La estatua del Cristo Redentor es el símbolo de Río de Janeiro y uno de los monumentos más reconocibles del mundo. Situada a 709 metros sobre el nivel del mar, se ubica en la cima del cerro del Corcovado y mide 30 metros. Un lugar espectacular que es visita obligada si estás en la ciudad brasileña, ya no solo por el monumento en sí sino por las vistas que te ofrece de la ciudad.
Para construirlo se necesitaron cinco años, y este año se cumplen 80 años de su inauguración. Para celebrar una onomástica tan importante, la Iglesia Católica de Río de Janeiro ha modernizado su sistema de iluminación y desde hace un par de meses tiene tecnología LED, lo que hará que el Cristo Redentor brille con luz propia gracias a sus 300 proyectores que le permitirán ahorrar el 80% de energía.
Para su construcción se emplearon más de 1.000 toneladas de hormigón armado y a pesar de los múltiples accidentes laborales en las obras que había en la época no murió ningún trabajador. La estatua, imponente y con los brazos abiertos, parece dar la bienvenida y acoger a todo aquel que se acerque a él. El Cristo Redentor no solo es el símbolo de Río de Janeiro sino que todos los brasileños lo consideran su monumento más importante y lo que más les representa en todo el mundo.
El Cristo Redentor, también llamado Cristo de Corcovado por el cerro donde está situado, es una de las 7 maravillas del mundo moderno, acompañado en tal honor por la Gran Muralla China, la Ruinas de Petra, el Machu Picchu, Chichen Itzá, el Coliseo de Roma y el Taj Mahal. Todos ellos lugares espectaculares y que cualquier persona puede reconocer desde cualquier lugar del mundo, además de desear viajar allí para poder ver in situ tales maravillas.